Optimización del Rendimiento Deportivo: Carga, Fases y Particularidades en Niños
Principios Fundamentales de la Carga de Entrenamiento
La carga de entrenamiento es un concepto central en la planificación deportiva. Se define a partir de cuatro componentes esenciales que determinan su impacto y efectividad en el deportista:
1. Naturaleza de la Carga
Implica qué se va a trabajar y su nivel de especificidad y potencialidad de entrenamiento. Se refiere al tipo de estímulo que se aplica, ya sea técnico, táctico, físico o psicológico, y cómo este se relaciona con los objetivos específicos del deporte o del atleta.
2. Magnitud de la Carga
Representa el aspecto cuantitativo de la carga. Se refiere al volumen (cantidad total de trabajo), la intensidad (grado de esfuerzo) y la duración (tiempo de aplicación) exigida a los deportistas. Estos parámetros son cruciales para dosificar adecuadamente el estímulo.
3. Orientación de la Carga
Está definida por la cualidad o capacidad (física, técnica, táctica, psicológica, etc.) que se busca potenciar y por la fuente energética demandada (aeróbica/anaeróbica). La orientación puede ser de dos tipos:
- Carga Selectiva: Cuando se potencia una capacidad de forma específica y un sistema energético concreto. Ejemplo: Salidas de velocidad de reacción durante todo el entrenamiento, enfocándose exclusivamente en la explosividad y el sistema anaeróbico aláctico.
- Carga Compleja: Cuando la carga solicita diferentes capacidades de manera simultánea o secuencial. Ejemplo: Un circuito que combina ejercicios de fuerza, resistencia y técnica, activando múltiples sistemas energéticos y habilidades.
4. Organización de la Carga
Consiste en la sistematización de un periodo de tiempo dado con el fin de conseguir un efecto acumulativo positivo de las cargas de diferente orientación. Según Verjoshanskij, deben atenderse dos aspectos fundamentales: la distribución (cómo se reparten las cargas a lo largo del tiempo) y la interconexión (cómo se relacionan las diferentes cargas entre sí para potenciar el rendimiento).
Etapas del Desarrollo Deportivo: Desde la Iniciación hasta el Alto Rendimiento
El modelo federativo establece una progresión clara en el desarrollo de un deportista, desde sus primeros contactos con el deporte hasta la élite. Estas son las etapas clave:
Preparación Inicial
Se enfoca en un entrenamiento multidisciplinar, incidiendo en los componentes coordinativos para generar una rica base motriz. El objetivo es que el niño pueda orientarse hacia el deporte que desee en el futuro. La frecuencia suele ser de 2-3 días semanales, con una duración anual de 100-150 horas. Actividades típicas: Motricidad general, multideporte, natación para principiantes.
Preparación Base
El niño accede a una escuela deportiva específica. Aunque se sigue desarrollando trabajo genérico, este ya está enfocado dentro de un deporte en concreto. Suelen acudir 3 veces por semana, aumentando a 200-250 horas al año. Actividades típicas: Escuelas deportivas en colegios y polideportivos.
Preparación Específica de Base
Suele coincidir con la fase de la pubertad (12-14 años en adelante). Se busca el aumento de la condición física, el perfeccionamiento técnico y la corrección de errores. Se inicia una mayor especificidad del deporte. Actividades típicas: Entrenamientos desarrollados en clubes deportivos.
Fase Madura o de Máximos Resultados
Caracterizada por una carga específica intensiva en los aspectos físico, técnico y táctico. El entrenamiento se convierte en una prioridad central en la vida del deportista, y todo gira en torno a la consecución de los máximos resultados.
Meseta del Deportista
Debido a la edad deportiva (no cronológica, sino por años de práctica en el deporte), el grado de mejora se atenúa. El objetivo principal es mantener los resultados y evitar la regresión a través de un entrenamiento constante y adaptado.
Retirada del Deportista
Se busca una transición hacia un plano más ocioso, pero sin que el deportista pierda el hábito deportivo. Es fundamental proponerles actividades en las que puedan ayudar y aconsejar a futuros deportistas, aprovechando su vasta experiencia y conocimiento.
Diferencias en la Cualidad de Resistencia entre Niños y Adultos
La fisiología de la resistencia presenta particularidades significativas entre la población infantil y adulta:
- La frecuencia cardíaca en el niño es más elevada que en el adulto. Esto se debe a que, como el volumen sistólico es menor, el corazón infantil debe compensar con una mayor frecuencia para conseguir un determinado gasto cardíaco.
- El niño tiene una menor capacidad pulmonar, lo que se traduce en una mayor frecuencia respiratoria para satisfacer las demandas de oxígeno.
- Los niños presentan un mayor gasto metabólico tanto en reposo como durante el ejercicio, lo que implica una mayor demanda energética proporcional a su tamaño.
- Existe una mayor dependencia del metabolismo aeróbico y de los fosfágenos (ATP-PC), mientras que el sistema anaeróbico se encuentra menos desarrollado debido a deficiencias metabólicas propias de la edad.
Puntos Clave para el Entrenamiento Deportivo en Niños (J. Weineck, 1995)
Según J. Weineck (1995), para iniciar un proceso de entrenamiento con niños de forma segura y efectiva, es fundamental considerar los siguientes aspectos:
- Realizar un examen médico regular con el fin de establecer una línea de progresión adecuada y evitar la especialización precoz, el sobreentrenamiento y la desmotivación del niño.
- El entrenamiento debe ser aceptado voluntariamente por el niño, sin presiones familiares ni del entrenador, fomentando así la motivación intrínseca.
- Adaptar completamente el entrenamiento a la edad y a las características psicofísicas individuales del niño, respetando sus fases de desarrollo.
- El entrenamiento no debe interferir en la formación escolar del niño, priorizando siempre su desarrollo académico y personal.
- El entrenamiento deberá dejar tiempo libre a los niños para que puedan dedicarse a otras actividades lúdicas y sociales, promoviendo un desarrollo integral.
Definición de Términos Clave en Iniciación Deportiva
Fase Sensible
Según Winter (1980), la Fase Sensible en iniciación deportiva se refiere a un momento limitado en el que, si no se interviene con ciertos estímulos particulares, se produce un déficit más o menos importante o irreversible en el individuo. En tal caso, se habla de la «ley del tren perdido», haciendo alusión a ese tiempo no aprovechado para el desarrollo óptimo de una capacidad motora. Es, en esencia, la pérdida de una oportunidad crucial para el desarrollo de habilidades específicas.