Políticas Sociolaborales en España: Empleo, Juventud e Igualdad
Configuración de las Políticas Sociolaborales
La configuración de las políticas sociolaborales parte de la necesidad de delimitar, por un lado, las políticas sociales, y por otro, las políticas laborales, para así identificar su punto de encuentro.
Políticas Sociales
Las políticas sociales se estructuran en torno a los derechos sociales, que surgen en un contexto de igualdad como derechos de segunda generación, destinados a garantizar la dignidad humana mediante la satisfacción de necesidades básicas. Estos derechos, basados en valores como la libertad, igualdad, solidaridad y democracia, tienen como rasgos principales:
- Ser de prestación: Requieren una actuación activa del Estado (como servicios públicos, condiciones laborales mínimas o Seguridad Social).
- Estar basados en la solidaridad comunitaria.
- Ser universales: Para todos los individuos, no solo para ciertas clases.
- De titularidad individual: Las necesidades son personales y se gestionan por colectivos identificados por los poderes públicos.
Políticas Laborales y Sociolaborales
Por su parte, las políticas laborales son aquellas que inciden directamente en las relaciones laborales entre empleadores, trabajadores y otros agentes del ámbito laboral. La zona común entre ambas se denomina política sociolaboral, entendida como aquella parte de las políticas sociales que incide directa o indirectamente en personas que desarrollan actividades productivas o en quienes facilitan e influyen en dicho desarrollo.
En este punto de intersección se incluyen:
- Políticas de empleo (creación, colocación, mantenimiento).
- Salud y seguridad laboral (formación, derechos y deberes, intervención pública).
- Seguridad Social (pensiones, prestaciones).
En cambio, políticas como la sanitaria o la de vivienda quedan fuera por no incidir directamente en el ámbito laboral, mientras que la formación profesional sí se incluye por su vinculación con el entorno productivo.
La Política de Empleo en España: La Intermediación
La intermediación laboral tiene como objetivo corregir las disfuncionalidades del mercado laboral, facilitando el contacto entre oferta y demanda de empleo a través de los Servicios de Empleo, ya sean públicos, privados o mixtos. Es una política activa de empleo que responde a la necesidad de establecer canales eficaces para ordenar el flujo de información entre quienes buscan empleo y quienes lo ofrecen. Aunque puede ser prestada por entidades con ánimo de lucro, en Europa ha predominado el modelo de intermediación como Servicio Público.
Actores de la Intermediación Laboral
Esta función la desempeñan:
- Los Servicios Públicos de Empleo (SPE): Tienen la responsabilidad de supervisar el proceso de selección, que puede ser llevado a cabo por ellos mismos o por agencias autorizadas. En casos de colectivos con dificultades de inserción, pueden apoyarse en entidades colaboradoras especializadas.
- Las agencias de colocación: Requieren autorización administrativa para operar.
- Las Empresas de Trabajo Temporal (ETT): Además de poner trabajadores a disposición de empresas, pueden actuar como agencias de colocación.
- Las agencias de recolocación: Contratadas y pagadas por las empresas, prestan apoyo a trabajadores que van a perder su empleo como parte del paquete de compensaciones en despidos colectivos o individuales, ayudándoles a encontrar una nueva ocupación.
Organismos Clave en España
El Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) es el organismo del Estado encargado de la ordenación, desarrollo y seguimiento de las políticas de empleo, mientras que los Servicios Públicos de Empleo de las comunidades autónomas gestionan la intermediación laboral y las políticas activas a nivel regional.
Políticas Sociolaborales Dirigidas a la Juventud
Las políticas sociolaborales dirigidas a la juventud surgieron a finales del siglo XIX con un enfoque proteccionista centrado en limitar el trabajo infantil, y con el tiempo se ampliaron hacia ámbitos como la formación, la participación social y la integración en el mercado laboral, buscando hoy la protección física y psíquica de los jóvenes, su desarrollo cultural y su implicación activa en la vida pública.
Políticas Internacionales sobre Juventud
El marco internacional parte de la prohibición del trabajo infantil, destacando:
- La Convención de los Derechos del Niño (ONU, 1989), que obliga a fijar una edad mínima para trabajar.
- Los convenios de la OIT, como el 138 (prohíbe el empleo de menores de 15 años) y el 182 (prohíbe las peores formas de trabajo infantil).
La OIT, en su informe “Un futuro sin trabajo infantil” (2002), alerta de que uno de cada ocho niños trabaja en el mundo, lo que refuerza la necesidad de una normativa global.
Políticas de la Unión Europea
Aunque la UE no tiene competencias plenas en juventud, establece directrices clave como:
- El artículo 32 de la Carta de Derechos Fundamentales (prohíbe el trabajo infantil).
- El Libro Blanco de 2001 (propone medidas laborales y sociales).
- La Estrategia Europea de Juventud 2019-2027, que busca involucrar, conectar y capacitar a los jóvenes con once metas intersectoriales, apoyándose en herramientas como el Diálogo de la UE con la Juventud, la Plataforma de Estrategia Juvenil o Erasmus+ Juventud, con acciones enfocadas en movilidad, cooperación institucional y desarrollo de políticas, gestionadas en España por el SEPIE y el INJUVE.
Política Sociolaboral sobre Juventud en España
Desde la Ley Benot (1873), que prohibía el trabajo a menores de 10 años, hasta el actual Estatuto de los Trabajadores, que fija la edad mínima para trabajar en 16 años (con excepciones muy limitadas), se han establecido condiciones especiales para los menores, como limitación de jornada, prohibición de trabajo nocturno y protección reforzada en prevención de riesgos.
Formación y Empleo Juvenil en España
- Formación: El Ministerio de Educación impulsa programas como la FP Básica, talleres profesionales para alumnos con necesidades especiales y becas como el programa ARGO.
- Empleo: El Ministerio de Trabajo promueve contratos formativos, incentivos a la contratación indefinida desde 2006 y el Sistema Nacional de Garantía Juvenil, enfocado en jóvenes de entre 16 y 29 años que no estudian ni trabajan.
Estrategias de Empleo y Emprendimiento Juvenil
Destacan la Estrategia de Emprendimiento y Empleo Joven y los Planes de Empleo Juvenil, con objetivos como:
- Generar empleo digno.
- Hacer protagonistas a los jóvenes en su inserción laboral.
- Fomentar su cualificación.
- Impulsar un modelo económico productivo.
- Reforzar los Servicios Públicos de Empleo.
- Aplicar la perspectiva de género.
- Atender a colectivos vulnerables.
El Plan de Empleo Juvenil 2021-2027, en particular, contempla 69 medidas que incluyen orientación personalizada, mejora de competencias, apoyo al emprendimiento (microcréditos, asesoría, espacios físicos) y políticas de igualdad de oportunidades especialmente dirigidas a jóvenes con cargas familiares, del colectivo LGTBI, con discapacidad, entre otros.
Planes de Igualdad
La negociación colectiva es el instrumento adecuado para fomentar la igualdad de oportunidades y de trato en el ámbito laboral, tal como recoge el artículo 85.1 del Estatuto de los Trabajadores, aunque el legislador también impone la elaboración de planes de igualdad a ciertas organizaciones productivas.
¿Qué es un Plan de Igualdad?
Un plan de igualdad es un conjunto ordenado de medidas, adoptadas tras realizar un diagnóstico de situación, que busca alcanzar la igualdad de trato y de oportunidades entre mujeres y hombres en el entorno laboral.
Obligatoriedad y Contenido
No todas las empresas están obligadas a tener uno, sino únicamente:
- Aquellas que cuenten con más de 50 trabajadores.
- Aquellas en las que lo establezca el convenio colectivo aplicable.
- Aquellas en las que, tras un procedimiento sancionador, la autoridad laboral decida sustituir una sanción accesoria por la obligación de elaborar e implementar un plan de igualdad.
En el resto de los casos, su adopción será voluntaria, pero siempre tras consultar a los representantes legales de los trabajadores.
El contenido del plan de igualdad puede variar según el diagnóstico de situación de cada empresa, pero debe incluir objetivos concretos de igualdad, estrategias y prácticas a aplicar, así como sistemas eficaces de seguimiento y evaluación. Entre las áreas que puede abarcar se encuentran:
- El acceso al empleo.
- La clasificación profesional.
- La promoción.
- La formación.
- La retribución.
- La ordenación del tiempo de trabajo.
- La conciliación de la vida personal, laboral y familiar.
- La prevención del acoso sexual o por razón de sexo.