Principios Éticos y Responsabilidad en la Convivencia Social
Conceptos Fundamentales de la Ética
El Suelo Ético está constituido por los valores que hacen posibles los contextos de diálogo. El diálogo es el ideal comunicativo que la racionalidad establece para fundamentar valores universales, una vez descartados el relativismo moral y el esencialismo moral. La reflexión ética nos conduce a aquellos valores partiendo del estado óntico del ser humano: la comunicación para comprender, concluyendo en una justificación moral para proteger institucionalmente. Desde estos valores, la ética imparcializa qué es un bien moral (adecuación del comportamiento a los valores) y qué es un mal moral (transgresión escogida de los valores, teniendo alternativa y sin excusa ni justificación).
El Límite de la Tolerancia es el valor superior que tiene como referente a aquel con el que se discrepa, ya que lo hace depender de una proclamación moral: el reconocimiento de la dignidad del ser humano. Desde tal premisa, reconocemos el derecho a opinar distinto, a pensar en conciencia, a practicar costumbres diferentes a las mías, a creer en otros dioses o en ninguno, etc. Por ello, en el ejercicio de sus derechos, mis conciudadanos pueden llegar a molestarme, contrariarme o contradecirme, sin que por ello nadie deba arrogarse un supuesto derecho a quebrar el suelo ético, irrespetando sus derechos. No debe impedirse la expresión de concepciones molestas e incluso antidemoliberales mientras no se muestren violentamente o enaltezcan la violencia, porque podemos contrarrestarlas con argumentos racionales. El límite de la tolerancia es la expresión de ideas respaldadas por acciones transgresoras del suelo ético (violencia injustificable).
La Responsabilidad Moral no guarda una relación de identidad con el derecho, sino que depende de cada individuo (y grupos que participen en un sistema moral); por ello, son, en su validez última, subjetivas, aunque están ligadas a un sistema moral particular. La responsabilidad moral depende de la transgresión consciente de normas morales, sin excusa ni justificación. Una persona es moralmente responsable de lo que decide dejar de hacer voluntariamente cuando debería haberlo hecho (porque incumple una obligación moral, incurriendo en un mal moral) o de lo que decide hacer voluntariamente cuando no debería haberlo hecho. La responsabilidad moral supone aceptar las consecuencias: remordimiento o culpa. Por esta razón, quien transgrede una norma jurídica o ética podría no sentirse moralmente responsable de su acción ni tener sentimiento de culpa. La pretensión de la ética es establecer la moral como imparcialidad, lo que se opone al quebranto del suelo ético.
Caso Práctico: Conflicto entre Grupos Políticos
El grupo cultural, político o religioso A organiza un acto en la plaza. Dirigentes del grupo cultural, político o religioso B protestan, considerándolo intolerable. Los simpatizantes de B dificultan el acceso a los miembros de A. Ante la agresividad verbal y física (insultos y actos violentos) por parte de B, la policía interviene y se suspende el acto. Tras los altercados, los miembros de B se defienden, argumentando que los de A habían actuado para provocar.
Análisis del Caso
Atacantes del Grupo B
Los atacantes del Grupo B deciden éticamente un mal moral, porque transgreden el suelo ético contra discrepantes no violentos y que tampoco enaltecen la violencia (en cuyo caso, tampoco deberían ser violentados por B). Serían éticamente responsables, aunque no lo sientan así ni tengan sentimiento de culpabilidad. Piensan que han elegido una opción moral, pues deciden transgredir el suelo ético (pisoteo de la integridad moral, de la libertad deambulatoria, de la libertad de expresión, de la libertad de conciencia y, posiblemente, de la libertad de religión). Esto ocurre sin excusa ni justificación, ya que no existe proporción (no están en riesgo real, nada nubla su juicio ni su información).
Representantes del Grupo B que Exhortan
Aquí tendríamos que hacer una distinción relevante entre quienes (en función de antecedentes, ideario, base social, etc.) saben de la alta probabilidad de reacción agresiva de sus partidarios y quienes suponen racionalmente que no (lo que plantea un problema de prueba).
Decisión con Probabilidad Conocida
Suponiendo que sea el primer caso, deciden éticamente un mal moral, porque deberían haber calculado la merma en el suelo ético que pudiera producirse como consecuencia de su exhortación; además, desplazan sin justificación el límite de la tolerancia para legitimar los posibles ataques contra discrepantes no violentos y que *no* enaltecen la violencia. Serían éticamente responsables, pues deciden incitar, arriesgando con imprudencia una alta probabilidad de transgresión del suelo ético, sin excusa ni justificación.
Decisión con Merma Comprobada
La responsabilidad es mayor (no hay dimensión probabilística), pues deciden éticamente un mal moral, habiendo comprobado la merma real en el suelo ético que se ha producido (tal vez como consecuencia de su exhortación: problema de prueba); además, están utilizando el límite de la tolerancia para legitimar ataques contra discrepantes no violentos y que tampoco enaltecen la violencia. Serían éticamente responsables, pues deciden respaldar la transgresión.