Procesos Psicológicos Fundamentales: Memoria, Motivación y Emoción

Memoria

El proceso psicológico básico de la memoria nos permite codificar la información para almacenarla y recuperarla. Estamos ante un proceso esencial y muy relacionado con todos los demás procesos.

La memoria nos permite recordar información explícita, como cuál es la capital de Francia, o información procedimental, como montar en bici. La memoria existe porque nos es realmente útil tener información de nuestras vivencias pasadas para razonar y actuar sobre eventos futuros. Además, sin este proceso, los demás procesos psicológicos básicos no existirían, ya que todos tienen un fuerte sustento en la memoria. Este proceso consiste en tres etapas principales:

  • La codificación para introducir información en la memoria.
  • El almacenamiento para conservar la información.
  • La recuperación para usarla posteriormente.

Desde un punto de vista funcional, se pueden identificar tres tipos diferentes de memoria:

  • La memoria sensorial: un almacén temporal que registra la información proporcionada por los sentidos. Es de muy corto plazo (la información se almacena solo unos cuantos segundos), y solo la parte de la información de esta memoria que recibe atención se traslada a la memoria de corto plazo.
  • La memoria de corto plazo: contiene la información de la que el individuo es consciente, es fácilmente accesible, tiene una duración aproximada de 20 segundos y sufre procesamiento adicional por otros procesos cognitivos antes de trasladarse a la memoria de largo plazo.
  • La memoria de largo plazo: el mayor depósito de información del cerebro que conserva todos los datos disponibles para el individuo.

Esta memoria de largo plazo está compuesta de al menos dos mecanismos de almacenamiento diferentes:

  • La memoria explícita: para la información que recordamos conscientemente.
  • La memoria implícita: para la información inconsciente.

La información inconsciente es la que usamos para las actividades que realizamos automáticamente debido a la repetición, como los movimientos al practicar un deporte.

Motivación

La motivación es la encargada de dotar de recursos al cuerpo para realizar la conducta. Es el proceso encargado de activar el cuerpo y ponerlo en el estado idóneo. Otro aspecto importante de la motivación es su direccionalidad; no solo prepara el cuerpo, también se encarga de dirigir la conducta entre las opciones posibles. La función de la motivación es lograr que el individuo dirija la conducta hacia sus metas y objetivos, y evitar que se quede parado sin hacer ninguna conducta. Es un proceso muy relacionado con la emoción y el aprendizaje.

La motivación se refiere al conjunto de procesos que dan energía y dirección al comportamiento. Una conducta con energía es un comportamiento fuerte, intenso y persistente. La dirección se refiere al propósito de la conducta, lo que significa que esta está guiada hacia el logro de un objetivo específico. Estos procesos o motivaciones se pueden clasificar en:

  • Internos: si son generados por el individuo mismo.
  • Externos: si son disparados por eventos ambientales, sociales o culturales.

Motivaciones Internas

El término «motivaciones internas» es un concepto que agrupa tanto a las necesidades como a las cogniciones y a las emociones.

  • Las necesidades: condiciones indispensables para conservar la vida y pueden ser:
    • Fisiológicas (como el hambre y la sed).
    • Psicológicas (como la autodeterminación y la competencia).
    • Sociales (como la afiliación y el reconocimiento).
  • Las cogniciones: sucesos mentales como pensamientos y creencias.
  • Las emociones: fenómenos de corta duración que ayudan a adaptarse a los eventos del medio ambiente.

Motivaciones Externas

Las motivaciones externas son sucesos ambientales que cambian la disposición del individuo a hacer ciertas cosas. Los estímulos (como el dinero) y las características del entorno (como el clima) son ejemplos de motivaciones externas.

Emoción

Las emociones son reacciones ante estímulos externos que nos permiten guiar nuestro comportamiento y actuar rápidamente frente a las demandas de nuestro ambiente. Las emociones tienen un componente triple:

  1. Somático: cambios fisiológicos que provoca la emoción.
  2. Conductual: el espectro de la conducta que desencadena la emoción.
  3. Sentimiento: la vivencia subjetiva del individuo de la emoción.

La función de la emoción es dirigir nuestro comportamiento de manera rápida y eficaz. La mayoría de las decisiones carecen de la importancia necesaria para dedicarles un tiempo y recursos elevados, y ahí es donde la emoción actúa. Es importante entender que cualquier decisión está mediatizada por nuestras emociones en menor o mayor grado.

Las emociones son reacciones afectivas de corta duración a estímulos significativos del medio ambiente que ayudan al individuo a adaptarse al entorno en que se encuentra. Generan cambios sustanciales en los organismos en periodos de tiempo relativamente cortos, que incluyen la activación de mecanismos fisiológicos apropiados para la situación, la realización de conductas expresivas acordes con el tipo de emoción y la generación de una respuesta subjetiva que consiste en la racionalización de la emoción y que incluye el juicio y evaluación de la situación. Actualmente no existe acuerdo sobre la lista precisa de emociones que experimentan las personas y otros seres vivos en general.

Sin embargo, es frecuente el uso del concepto de «emociones básicas» para referirse a un conjunto en particular de emociones que son más innatas que adquiridas, surgen de las mismas circunstancias para todos los individuos, generan una respuesta fisiológica específica y fácil de predecir, y se expresan de formas únicas y distintivas.

Las emociones más frecuentemente consideradas en este grupo incluyen la alegría, el asco, la tristeza, el enojo, el temor y el interés. El resto de las emociones se suele considerar como resultado de la combinación de estas emociones básicas.