Proposito del autor de un texto

Algunos aspectos de la conducta de los escritores expertos

Tienen en cuenta la situación de comunicación en toda su complejidad: el perfil de la audiencia (edad,  intereses, qué sabe, etc.) , el propósito del texto, el tema del que se habla, el tiempo de composición (urgente, no…) etc.

Dedican más tiempo a pensar a quien se dirige el texto,  a pensar en las cosas que le pueden interesar al lector, en las informaciones que necesita saber, a pensar en la imagen que quieren dar de sí mismo (también escoger el registro y el tratamiento adecuado). Adaptan el escrito a las características de la audiencia.

Como respuesta a la situación de comunicación planteada (lectores, propósitos, tema, etc.) los escritores expertos generan nuevas ideas durante la composición.

Dedican más tiempo a planificar la actividad escritora (toman notas, hacen esquemas, simplemente piensan) y además son más flexibles para “replanificar” y modificar los esquemas del texto a medida que, mientras escriben, se les ocurren ideas nuevas.

 Planificación  más detenida

  • ¿Qué debe decir el texto?


    búsqueda de información. A veces esta información emerge de forma muy estructurada y completa, reproduciendo la forma en que fue comprendida y almacenada. Pero en otros casos son ideas sueltas, fragmentarias e incluso contradictorias.
  • ¿Cómo organizaremos la información para que la comunicación sea más eficaz?


    Organización de las ideas según las necesidades de la situación de comunicación. Cuando las ideas emergen de forma caótica, este subproceso las ordena y las completa. Sin embargo, cuando emergen de forma ordenada este subproceso se encarga de adecuar y modificar su estructura anterior a los nuevos objetivos y a las características del texto.

    Este subproceso juega un papel importante en la creación de ideas nuevas, porque agrupa las informaciones, rellena los huecos y también forma nuevos conceptos.

  • ¿Qué objetivo tiene el texto? ¿Para qué se escribe?


  • El mismo texto también impone sus restricciones:

    ¿en qué género textual se escribe el texto? ¿cuáles son las convenciones asociadas a este género textual?

 Se detienen más veces mientras escriben y releen los fragmentos que van redactando. Esta estrategia les ayuda a mantener el sentido global del texto y así evaluar si lo que se ha escrito corresponde a la imagen inicial, a la planificación inicial o no (reformulación de planes iniciales); asimismo les ayuda a enlazar lo que luego escribirán con lo anterior.

Revisan y retocan más el texto; los retoques afectan al contenido, a las ideas expuestas y a la ordenación. Para estos la corrección tiene un sentido distinto al de los escritores no experimentados: el primer borrador es sólo una primera aproximación al contenido del texto, permitiéndole desarrollar las ideas iniciales y definir el contenido final del texto.

Se comportan también de manera diferente en relación con el momento en que realizan las correcciones de forma y contenido. Las correcciones más mecánicas de forma, para el segundo borrador cuando ya se sentían satisfechos con el contenido.

El proceso es recursivo y cíclico. El escritor competente es flexible, sabe qué acciones se acomodan mejor a sus peculiaridades como escritor, cuáles le resultan más eficaces y, en consecuencia, están más preparados para dedicarse selectivamente a las distintas actividades de la composición, según la etapa del proceso.

Aspectos de la conducta de los escritores principiantes

Escritores principiantes están muy preocupados por solucionar los pequeños problemas de la redacción (la ortografía de una palabra, enlazar dos frases, etc.) y no se interesan por los aspectos más globales y generales del texto (si la estructura es coherente, si es conveniente añadir más información, si el escrito dice realmente lo que el autor quiere que diga, etc.).

Dedican menos tiempo a pensar en el lector y están más ocupados en el tema del escrito.

No generan ideas nuevas como respuesta a la situación de comunicación.

 Dedican muy poco tiempo a planificar; prefieren empezar la composición del texto “escribiendo a chorro” y no son flexibles para modificar los planes iniciales.

Planificación que está dirigida por el contenido o tema o por la estructura; siguen de modo bastante literal las estructuras y contenidos que tienen almacenados en el memoria sobre el tema del escrito o su estructura prototípica (instancia, narración, etc.), de modo que no se produce construcción de conocimiento sino repetición de datos ya conocidos.

Revisan y retocan menos el texto; los retoques son más formales y afectan a la superficie del texto (a la ortografía y gramática). Para estos el primer borrador ya contiene todas las ideas que quieren incluir en el texto y, por tanto, la corrección es simplemente una cuestión de forma.

No siguen este orden (corregir primero el contenido y luego la forma) y corrigen de forma aleatoria. Además se fijan mucho más en la forma que en el contenido cuando corrigen. Parece como si creyeran que corregir consiste en aplicar conscientemente algunas reglas de gramática o en supervisar la ortografía y la puntuación.

 Fácilmente quedan satisfechos con el primer borrador. Creen que revisar es cambiar palabras, subrayar fragmentos y perder el tiempo. Revisan solamente palabras sueltas y frases.

 A menudo intentan hacerlo todo bien en el primer borrador. Se concentran en la elección de las palabras o en la puntuación, incluso en las primeras etapas, cuando los escritores competentes trabajan en el contenido.

MONOGRAFÍA

1.         Planificación y diseño,

redacción y

revisión y corrección (50%  de la nota final)

2.         Competencia genérica

 Resolución de problemas (10% de la nota final)

Toma de decisiones:

El tema de la monografía es elegido por el alumno si bien este debe responder a la siguiente característica:

– Ha de tratarse de un tema que haya sido estudiado previamente dentro del marco de una teoría y siguiendo una metodología determinada. A partir de la lectura de lo sabido ha de plantearse una pregunta o un problema cuya respuesta o resolución será lo que se plantee en la monografía.

– El tema elegido se pondrá en común en la clase. Esta presentación implicaría señalar el tema elegido, el marco teórico en el que se ha estudiado y cuál es la pregunta o problema que me planteo que se pueda desarrollar en una monografía con la extensión máxima determinada.

Extensión máxima 5000 palabras

Estructura de monografía

Estilo de texto académico

ESTRUCTURA DE LA INTRODUCCIÓN

Está organizada siguiendo tres movimientos discursivos que nos permiten progresar en la argumentación y explicación del contenido:

  1. Establecer un territorio: el escritor muestra la relevancia del tema haciendo referencia a autores previos y a generalizaciones relevantes sobre el tema objeto de estudio.
  2. Establecer un nicho: el escritor sitúa su estudio en el ámbito presentado anteriormente identificando el vacío del que va a ocuparse
  3. Ocupar el nicho: el autor muestra claramente cuáles son sus propósitos, objetivos para mostrar al lector cómo ocupará el vacío en el ámbito de estudio previo.

LA COMA

El dominio de este signo implica tener una concepción muy clara de la estructura sintáctica de la frase. En este sentido, son dos  las reglas que deben respetarse:

  • No es posible colocar una coma entre el sujeto y el verbo, salvo que se introduzca un inciso, en cuyo caso son necesarias dos comas: una para abrir el inciso y otra para cerrarlo.
  • No es posible colocar una coma entre el verbo y uno de sus complementos fuertes (complemento directo, indirecto, preposicional o atributo en el caso de los verbos copulativos).

A partir de estas reglas básicas, los usos de la coma se pueden resumir en las funciones siguientes:

  1. Coordinar los distintos elementos que configuran una enumeración

Por ejemplo “Restos de murallas, tablillas escritas y otros objetos dan testimonio de una historia cambiante que comenzó hace más de 5000 años”

Se emplea conjuntamente la coma y la conjunción en los siguientes casos:


  1. si el significado del segmento que sigue es diferente del segmento anterior,
  2. si el segmento enlaza con toda la secuencia anterior y no con uno de sus miembros,
  3.  si un elemento heterogéneo se une a una serie
  4. o, finalmente, se coordinan dos series distintas.

Ejemplos:

“Mi amigo conoce Francia y España, y piensa ir a Italia”

“A mí me encantan los toros, y el fútbol me aburre”

“Esta tarde he comprado en PRYCA  verdura, carne y leche, y una lavadora

“Guardó los libros, los apuntes y las carpetas, y los jerséis, los pantalones y los abrigos”

  1. Marcar la omisión del verbo y alguno de sus complementos. La coma se usa en el lugar que ocuparía el verbo omitido si estuviera explícito.

Ejemplos:

“Primero se desprenden los Países Bajos y el Milanesado; luego, Nápoles”

“Juan, Vicente y María quieren visitan lugares distintos en el viaje que realizarán por Europa. Juan quiere recorrer la zona del Loira; Vicente, la zona de la Selva Negra; María, el Valle de Aosta”

  1. Indicar cambios de orden


    Cuando, por razones informativas, se altera el orden neutro del castellano, es frecuente separar el elemento desplazado por  medio de una coma. Esto ocurre, sobre todo, si
  1. el complemento colocado al inicio es largo,
  2. o si aparece explícito el sujeto en posición preverbal,
  3.  si lo que se altera no es un complemento sino una oración subordinada adverbial.

Ejemplos:

“El retraso en el envío de ayuda a la zona, lo justificó el vicepresidente del Gobierno apelando a las limitaciones de Albania y Macedonia para canalizar las aportaciones internacionales”

“En su discurso inicial, Cascos no aludió al compromiso público que adquirió el Presidente de atender las necesidades urgentes de los deportados”

“Cuando lo sepas, me lo dices”

  1. Señalar los incisos que se introducen en una secuencia


    Los incisos son segmentos de carácter explicativo que pueden elidirse sin que se rompa el hilo discursivo. Los hay de muy diverso tipo, tanto en lo que se refiere a  su estructura como a su contenido. Cuando se introducen en el interior de la frase, hay que delimitarlos entre dos comas.
  1. Vocativos


    “No es preciso que te preocupes por nada, José Luis”
  2. Construcciones de relativo explicativas


    “Los vecinos del inmueble, que han firmado el acta, están eximidos de responsabilidad civil”
  3. Aposiciones explicativas


    “Mi sobrino, Juan, es pintor”
  4. Construcciones absolutas


    “Los alumnos, vista la situación, decidieron no venir a clase”.
  5. Expresiones conectivas


    En consecuencia, por consiguiente, por lo tanto, por eso, al fin y al cabo, ahora bien, en realidad, de hecho, sin duda, al contrario, por ejemplo, así y todo, en todo caso, de cualquier manera, por último, etc.
  6. Adverbios que complementan a toda la frase (no sólo al verbo): desgraciadamente, finalmente, efectivamente, probablemente, afortunadamen-

 te, lamentablemente, brevemente, generalmente, etc.

LOS DOS PUNTOS

Este otro signo de puntuación se emplea en los siguientes casos:

  1. Para anunciar o cerrar una enumeración


    Ejemplos:

“Son cinco los complementos del verbo: el directo, el indirecto, el circunstancial, el suplemento y el agente”.

“Simpático, estudioso, responsable: así es mi hijo”

  1. Para introducir una cita textual


Ejemplo: “Ya lo dijo Arquímedes: “dadme un punto de apoyo y moveré la tierra”.

  1. Tras la fórmula de saludo en las cartas


  2. Para anunciar uno o varios ejemplos


  3. En los documentos públicos tras expresiones como


    CERTIFICA, SOLICITA, MANIFIESTA, etc., verbos que anuncian el propósito del texto.
  4. Para introducir una causa o un efecto, una conclusión o resumen, o una explicación de lo dicho en el segmento previo.

Ejemplo: “Varios vecinos monopolizaron la reunión con problemas particulares: no llegaron a ponerse de acuerdo”.

Con los dos puntos, el nuevo segmento tiene que poder interpretarse como una información que completa y amplía el contenido del segmento previo.
Por tanto, los dos puntos siempre comunican subordinación informativa:
La instrucción que transmiten al lector es la de que a continuación se desarrolla una explicación, una reformulación, una aclaración, un resumen, una causa o una consecuencia de la información previa.

EL PUNTO Y COMA

Con este signo se indica que el nuevo segmento está al mismo nivel sintáctico que el segmento precedente y, por tanto, se trata de unidades yuxtapuestas.
También se indica que, desde el punto de vista informativo, entre ambos segmentos existe una fuerte vinculación, pero no se especifica  de qué tipo (a diferencia de lo que veíamos con los dos puntos).

La unión entre los segmentos, que delimita este signo, es tan estrecha que forman parte de la misma frase; de ahí, precisamente, que tras él no se emplee la mayúscula. El lector debe esperar al punto y seguido para completar la idea que se describa en la frase. Las unidades delimitadas por el punto y coma transmiten únicamente una parte de su contenido general. Por esta razón, una frase como *”El juez pospuso la vista hasta el lunes;” no es aceptable.

Precisamente, de la estrecha conexión semántica que expresa este signo derivan los usos que se señalan para él.

  1. Delimitar unidades yuxtapuestas, sobre todo si en su interior se han empleado comas. Ejemplo:

“Visitamos ayer la casa de un amigo en la sierra, que tenía una parcela con muchos árboles y una extraordinaria piscina; en el interior de la casa, el mobiliario era moderno y estaba puesto con mucho gusto; nada de lo que allí había desentonaba; todo en aquel lugar, donde el silencio era la nota más sobresaliente, invitaba a la contemplación y a la reflexión”.

  1. También se puede recurrir al punto y coma para separar los dos miembros de estructuras causales, consecutivas, condicionales, adversativas, concesivas o finales, especialmente si se trata de períodos largos.
    Ejemplo:

“Prometió contribuir económicamente a la causa republicana; aunque nunca llegó a militar en el partido”.

  1. Asimismo se emplea en las enumeraciones complejas, es decir, aquellas que contienen series heterogéneas; y cuando se coordinan unidades en las que existe una coma que marca la omisión del verbo.
    Ejemplos:

“Ayer estuve en Sevilla; hacía un calor enorme”

“Cada uno de los grupos de trabajo preparará un taller: el primer grupo, el taller de cerámica; el segundo, el taller de telares; el tercero, el taller de cestería”.

Con este signo, el escritor  indica al lector que lo que se dice tras él forma parte del mismo acontecimiento, argumento o acción de la que trata todo el enunciado. Pero, no le señala nada sobre cómo ha de interpretar el nuevo segmento. Para ello, es necesario recurrir a los conectores.

PAUTAS PARA LA REVISIÓN DE LA MONOGRAFÍA

1.         Comprueba si la monografía contiene todos los apartados que debe tener: título, nombre y apellidos del autor, índice, introducción, los diferentes fragmentos en los que se estructura el desarrollo de la monografía (debidamente titulados), conclusión y referencias bibliográficas.

2.         Comprueba si el título recoge de manera condensada el objeto estudiado y la perspectiva desde la que se estudia.

3.         Comprueba si  la introducción contiene los tres movimientos discursivos que caracterizan a este componente de la monografía:

-Comprueba que presentas el tema general + los  apoyos (estudios previos)

-Comprueba que expresas con claridad el espacio concreto que vas a ocupar en la monografía (la importancia y la necesidad de que se ocupe ese espacio).

-Comprueba que expresas con claridad los objetivos concretos se vas a desarrollar en la monografía.

4. Piensa sobre la conveniencia de terminar la introducción con un párrafo con el que presentes al destinatario cómo vas a organizar o estructurar el desarrollo de la monografía.

5. Revisa todas las referencias al ESCRITOR en la introducción y comprueba si se emplean los recursos convencionales de los textos académicos y en lo que respecta a la introducción:

-Uso de recursos despersonalizadores

-Uso de recursos que individualizan al escritor en aquel momento de la introducción o de cualquier otro fragmento del texto en la que el escritor ejerce el papel de organizador del discurso.

6. Revisa todas las referencias al ESCRITOR en los otros componentes de la monografía (desarrollo y conclusiones) y comprueba que se emplean los recursos convencionales de los textos académicos.

7. Comprueba que los fragmentos en los que descompones el desarrollo de la monografía estén titulados de manera que indiquen con claridad el contenido de dichos fragmentos.

7. Comprueba que los fragmentos en los que descompones el desarrollo de la monografía estén estructurados y/o jerarquizados de manera coherente (para que no se produzcan “saltos” en el  avance informativo que provoquen en el lector una comprensión del texto errónea o desenfocada).

8. Comprueba que todos los fragmentos que despliegas en el desarrollo de la monografía sean necesarios para alcanzar los objetivos de la misma.

8. Comprueba los usos de la coma:

            -Verifica que no introduzcas una coma entre el sujeto y el verbo o entre el verbo y uno de los complementos fuertes

            -Revisa el uso de la coma en las enumeraciones

            -Comprueba que el comienzo y el fin de los incisos esté indicado debidamente con una coma.

            -Observa si la omisión de un verbo la señalas con una coma.

            -Comprueba que has indicado, con el uso de una coma, la alteración del orden de colocación de un complemento en la frase.

9. Comprueba que el uso del punto y coma desempeñe la función que le corresponde

10. Comprueba que el uso de los dos puntos  indique subordinación informativa

11. Comprueba que los párrafos que hayas construido  contengan realmente un tema

12. Revisa si las conclusiones recogen una síntesis de las ideas más relevantes relacionadas con el/los objetivo/-s de la monografía

13. Revisa si las conclusiones presentan una proyección del trabajo indicando aspectos que requieren una reflexión puntual, un desarrollo más en profundidad, o que guardan una posible relación con otros temas más generales, o que requieren  etc.

14. Revisa la construcción de los párrafos de manera que no contengan más de una unidad temática de aquellas en las que subdivides el tema general tratado en la monografía.

15. Identifica con claridad las voces ajenas

16. Utiliza en toda la monografía un único sistema para indicar el “discurso ajeno”

ESTRUCTURA DEL DESARROLLO DE LA MONOGRAFÍA

Organizar el desarrollo de la monografía en una estructura clara y bien jerarquizada:

  1. Demarcar los diferentes fragmentos del desarrollo con títulos que indiquen de manera condensada el contenido informativo de cada fragmento.
  2. Secuenciar los diferentes fragmentos de manera coherente sin que se produzcan saltos informativos.
  3. Presentar los datos y los argumentos necesarios que permitan extraer las conclusiones.

LA CONCLUSIÓN

La conclusión constituye el cierre del texto. Pueden ser muy variadas tanto en funciones como en longitud. En general, los movimientos discursivos que no deben faltar en las conclusiones son los siguientes:

1.         Presentar una síntesis de las reflexiones relacionadas con el objetivo planteado en la introducción (se tiene que mostrar que se ha encontrado la respuesta a la pregunta planteada y esa respuesta tiene que estar clara).

2.         Presentar la proyección del trabajo: se señalan las limitaciones del trabajo, se muestra cómo se podría dar continuidad

La síntesis inicial puede plantearse como:

•          Exposición de la idea principal a la que lleva el desarrollo del texto. Su función es expresar la consecuencia lógica de un razonamiento. La exposición de esta idea principal puede hacerse de forma directa o bien utilizando alguna construcción determinada que resalte el carácter de conclusión (“Todo lo anterior nos lleva a concluir…”, “De lo dicho hasta aquí se desprende que…”).

•          Resumen del texto. Es la sección del texto en la que se recogen y destacan las ideas principales del mismo. Su función es proporcionar al lector de una forma clara y precisa las ideas o hallazgos más significativos. Para ello, es común utilizar marcadores como: “Para sintetizar”, “En  pocas líneas”, “En síntesis” o “En suma”.

•          Resumen de datos. Consiste en la presentación de los resultados obtenidos en una investigación (monografías sustentadas en investigación empírica). Su función principal es dar a conocer de forma clara y esquemática los principales hallazgos de la investigación. Con este fin, es frecuente el uso de marcadores de conclusión y de remisiones a otras partes del texto, así como algunas construcciones típicas (“De los datos examinados es posible extraer la siguiente generalización…”, “De lo anteriormente expuesto se puede deducir…”).

•          Evaluación de ideas o resultados. Su función principal es presentar de forma clara y precisa las ideas o hallazgos principales del texto al mismo tiempo que se matiza su importancia mediante comentarios y evaluaciones. Para este fin, se suele presentar la idea de forma directa y con el verbo principal en presente. Asimismo, es frecuente el uso de calificativos de elogio como difícil, imposible, impensable o acertado, elogiable, destacable…

•          Repercusión de las ideas expuestas. Exposición de las implicaciones que conllevan las aportaciones del texto. Su función es resaltar la importancia de las ideas del texto a la vez que se ponen de manifiesto las posibles repercusiones en el mismo marco científico. Para ello, es frecuente que sean introducidas con construcciones como: “Todo lo dicho hasta aquí implica que…”, “Estos hallazgos representan un paso más en el conocimiento de…”.

La proyección del trabajo pretende ampliar el contenido del texto, indicando su posible relación o su implicación con otros temas más generales. Su función consiste en abrir caminos o dar pistas para la investigación o la reflexión posterior en torno a

•          los aspectos o temas que requieren tratamiento puntual. Es habitual el uso de construcciones con verbos como exigir, tener que, haber que, ser imprescindible, ser necesario…

•          Aplicaciones prácticas. Consiste en proponer posibles aplicaciones de las ideas o hallazgos expuestos en el texto. Su función es presentar su repercusión más práctica. Para ello, se suele utilizar el futuro de indicativo, el presente de subjuntivo o el condicional.

•          Preguntas abiertas. Se trata de una serie de preguntas sobre las ideas principales expresadas en el texto o sobre la repercusión de los hallazgos de una investigación. Su función principal es procurar el avance o instar a la reflexión sobre el contenido del texto. Para ello, suele emplearse el verbo en presente o futuro de indicativo y el condicional.

Atendiendo a la presencia o no de los dos movimientos discursivos, las CONCLUSIONES pueden ser de dos tipos:

1.         Cerradas:

•          Exponen la idea principal del texto

•          Resumen el texto

•          Resumen los resultados obtenidos en investigaciones

•          Evalúan las ideas principales del texto o los resultados obtenidos en investigaciones

•          Exponen la repercusión de las aportaciones del texto

2.         Abiertas:

•          Exponen asuntos o temas que requieren tratamiento puntual

•          Presentan aplicaciones

•          Plantean preguntas

Pragmática de la puntuación

La idea de que la puntuación cumple una función arquitectónica en la estructuración del texto se contrapone a la idea muy extendida de que los signos de puntuación representan la entonación y las pausas propias del registro oral.

Desde una perspectiva pragmática de estudio la lengua se desarrolla la idea de que los signos son marcas que ayudan a plasmar las ideas en el texto. Los signos de puntuación se relacionan con el conjunto del texto y se trata la puntuación como fenómeno textual de articulación semántica, como una estrategia de cohesión discursiva. De esta forma, se dejaría de relacionar los signos de puntuación con la ortografía ya que su buen uso estaría más relacionado con una madurez en la adquisición de registro escrito.

Esta idea conduce a cambios en la concepción de la didáctica de la expresión escrita. En vez de explicar la función de cada uno de los signos de puntuación por separado, sería más conveniente indicar su función dentro del texto que no es otra que la de jerarquizar las ideas dentro del texto.

Referencia bibliográfica

Figueras, C. (2001) Pragmática de la puntuación. Barcelona: Octaedro.

El párrafo

Se define como cada uno de los subtemas individuales que conforman el contenido global del texto. Es decir, son las unidades temáticas en las que se divide el tema general del que trata el texto.

Para poder utilizar de forma correcta el párrafo, es necesario un manejo adecuado del signo de puntuación “punto y aparte” ya que supone una buena distribución de la información en el texto, lo cual repercute en la facilidad que se le proporciona al lector para seguir la lectura.

¿Qué es el punto y aparte?

Es un signo de puntuación utilizado para indicar que ha concluido una sección informativa en torno a una idea que guarda relación con el texto global, bien porque desarrolla un subtema del texto, bien porque se segmenta el tema general en ideas particulares.

¿De qué partes se compone el párrafo?

Al tratarse de la unidad de texto destinada a la exposición de una sección informativa entorno a una  idea, también debe seguir una estructura lógica en la exposición de la misma. Para ello, se distinguen tres partes dentro del mismo:

•          Apertura. Se trata del comienzo del párrafo y, por lo tanto, de la idea que se quiere expresar. Su función es introducir el hecho en términos generales. Habitualmente, se trata de la parte más breve. Por ejemplo:

“Las ciencias sociales, como otras ciencias empíricas, tratan de explicar dos clases de fenómenos: acontecimientos y hechos.”

•          Esclarecimiento. Supone la segunda parte del párrafo, la cual consiste en aclarar la idea que se ha introducido en la “Apertura”. Su función es desarrollar, extender, ejemplificar, describir… la idea del párrafo. La longitud de esta parte puede variar dependiendo de la cantidad de información adicional que se quiera añadir sobre la idea expuesta brevemente en la apertura. No obstante, se debe tener en cuenta que en esta parte se completa la información sobre la idea y no se añaden nuevas ideas. Siguiendo el ejemplo anterior:

“La elección de George Bush como presidente es un acontecimiento. La presencia en el electorado de una mayoría de votantes republicanos es un hecho o un estado de cosas.”

•          Desenlace. Es la última parte del párrafo y tiene una doble función. La primera de ellas será finalizar el párrafo, creando así una expresión independiente (punto y aparte). La segunda será abrirle el camino a una nueva idea y, con ello, suscitar un párrafo nuevo.

Referencia bibliográfica

Sorókina, T (2008) El párrafo: las estructuras discursivas, Hesperia. Anuario de Filología Hispánica, pp. 73-85

PAUTAS PARA LA REVISIÓN DE LA MONOGRAFÍA

1.         Comprueba si la monografía contiene todos los apartados que debe tener: título, nombre y apellidos del autor, índice, introducción, los diferentes fragmentos en los que se estructura el desarrollo de la monografía (debidamente titulados), conclusión y referencias bibliográficas.

2.         Comprueba si el título recoge de manera condensada el objeto estudiado y la perspectiva desde la que se estudia.

3.         Comprueba si  la introducción contiene los tres movimientos discursivos que caracterizan a este componente de la monografía:

-Comprueba que presentas el tema general + los  apoyos (estudios previos)

-Comprueba que expresas con claridad el espacio concreto que vas a ocupar en la monografía (la importancia y la necesidad de que se ocupe ese espacio).

-Comprueba que expresas con claridad los objetivos concretos se vas a desarrollar en la monografía.

4. Piensa sobre la conveniencia de terminar la introducción con un párrafo con el que presentes al destinatario cómo vas a organizar o estructurar el desarrollo de la monografía.

5. Revisa todas las referencias al ESCRITOR en la introducción y comprueba si se emplean los recursos convencionales de los textos académicos y en lo que respecta a la introducción:

-Uso de recursos despersonalizadores

-Uso de recursos que individualizan al escritor en aquel momento de la introducción o de cualquier otro fragmento del texto en la que el escritor ejerce el papel de organizador del discurso.

6. Revisa todas las referencias al ESCRITOR en los otros componentes de la monografía (desarrollo y conclusiones) y comprueba que se emplean los recursos convencionales de los textos académicos.

7. Comprueba que los fragmentos en los que descompones el desarrollo de la monografía estén titulados de manera que indiquen con claridad el contenido de dichos fragmentos.

7. Comprueba que los fragmentos en los que descompones el desarrollo de la monografía estén estructurados y/o jerarquizados de manera coherente (para que no se produzcan “saltos” en el  avance informativo que provoquen en el lector una comprensión del texto errónea o desenfocada).

8. Comprueba que todos los fragmentos que despliegas en el desarrollo de la monografía sean necesarios para alcanzar los objetivos de la misma.

8. Comprueba los usos de la coma:

            -Verifica que no introduzcas una coma entre el sujeto y el verbo o entre el verbo y uno de los complementos fuertes

            -Revisa el uso de la coma en las enumeraciones

            -Comprueba que el comienzo y el fin de los incisos esté indicado debidamente con una coma.

            -Observa si la omisión de un verbo la señalas con una coma.

            -Comprueba que has indicado, con el uso de una coma, la alteración del orden de colocación de un complemento en la frase.

9. Comprueba que el uso del punto y coma desempeñe la función que le corresponde

10. Comprueba que el uso de los dos puntos  indique subordinación informativa

11. Comprueba que los párrafos que hayas construido  contengan realmente un tema

12. Revisa si las conclusiones recogen una síntesis de las ideas más relevantes relacionadas con el/los objetivo/-s de la monografía

13. Revisa si las conclusiones presentan una proyección del trabajo indicando aspectos que requieren una reflexión puntual, un desarrollo más en profundidad, o que guardan una posible relación con otros temas más generales, o que requieren  etc.

14. Revisa la construcción de los párrafos de manera que no contengan más de una unidad temática de aquellas en las que subdivides el tema general tratado en la monografía.

15. Identifica con claridad las voces ajenas

16. Utiliza en toda la monografía un único sistema para indicar el “discurso ajeno”

  1. Dejar implícito el sujeto

Cuando no se quiere o se puede dejar de hablar en 1ª persona.

 La mención queda limitada a la desinencia verbal.

 Casi nunca uso de “yo” o “nosotros”

2.  Evitar la función sintáctica de sujeto

 Construcción donde la1ª persona funciona como complemento (me parece…)

 Uso STVOS: “tesis, trabajo, idea…” determinada por “mi”

Complementos adverbiales: en mi opinión, a mi parecer, a mi modo de ver…

3. Utilizar el plural: nosotros

 Como alternativa para “yo” (sin diferencia semántica). Forma más cortés (norma del género académico)

 Quien escribe se asocia con el lector (habla también en su nombre)

Quien escribe se asocia con otras entidades presente en el texto

Estrategias para evitar el uso de la 1ª persona

La ordenación más neutra de los elementos constituyentes de la frase es la siguiente:
sujeto + verbo + complementos fuertes (complemento directo, indirecto y preposicional; atributo, en el caso de los verbos copulativos)
+ complementos circunstanciales (tiempo, lugar, modo, causa,…).

La información previamente presentada en el discurso (y, por tanto, familiar para el lector) precede a la información nueva con lo que se asegura un orden lógico en la exposición.

Mientras que en esta construcción las comas exigen que se interprete que “todos los vecinos han firmado el acta”, la ausencia de comas (construcción de relativo especificativa) obliga a pensar que “sólo una parte de los vecinos ha firmado el acta”.

“Lamentablemente, nuestra relación ha acabado” (‘creo que es lamentable que nuestra relación haya terminado’). “Nuestra relación ha terminado lamentablemente” (‘nuestra relación ha terminado de un modo lamentable’).