Tema 20 la literatura infantil

-Importancia que el currículo de Educación Infantil concede al desarrollo del lenguaje del niño. Al formar parte del sistema escolar, los niños abren ampliamente sus horizontes sociales, antes limitados al ámbito familiar y las personas más cercanas. Para relacionarse de forma óptima con su entorno y este nuevo mundo escolar, el niño debe desarrollar su lenguaje y adquirir un mayor número de capacidades comunicativas. La importancia del lenguaje  se refleja en el currículo en los fines, los objetivos y las áreas (el lenguaje supone un área por sí mismo). En el primer ciclo de Educación Infantil se trabaja el lenguaje en general, introduciendo en el segundo ciclo la lectoescritura. Cabe destacar también que en este segundo ciclo de Infantil se trabajará de forma oral una lengua extranjera. El principal lenguaje a desarrollar es el oral, en parte porque las explicaciones y preguntas del maestro son en voz alta, y además porque es el medio por el que ellos pueden expresarse y relacionarse con los demás.

-ojetivos del área “Lenguajes: comunicación y representación”. Utilizar el lenguaje para comunicarse y exteriorizar sus ideas y sentimientos mediante los diferentes tipos de lenguaje (oral, escrito, corporal, plástico, musical…). Además mediante el lenguaje oral se regula la conducta y se contribuye a la convivencia. Deben iniciarse en el intercambio oral de una lengua extranjera.Para la comunicación y el entendimiento con otros niños deben aprender e interiorizar las normas que rigen cualquier diálogo. Pero no deben verse cohibidos, deben desarrollar una actitud receptiva hacia el acto comunicativo.En el segundo ciclo se iniciarán en la lectoescritura, interesándose por su utilidad práctica y por su valor como cultura escrita. También hay que iniciarles en el uso de la tecnología como medio de información.

 -Tratamiento de la comunicación verbal en la Educación Infantil, según el currículo.

La comunicación verbal es fundamental en Educación Infantil. La posibilidad de expresar lo que sienten y lo que piensan no sólo sirve como mecanismo de autorregulación, también contribuye a la construcción de su autoconcepto.En esta etapa hay que conseguir ciertos objetivos relacionados con la comunicación verbal. Debe surgir de ellos una cierta iniciativa, participando en las conversaciones y mejorando progresivamente sus producciones orales y el uso de normas de comunicación convencionales. También es importante que vayan ampliando su léxico y se apoyen en lenguaje corporal y recursos paralingüísticos a la hora de expresarse.Respecto a la lengua extranjera, es positivo que desarrollen una actitud positiva y valoren su uso comunicativo. Deben familiarizarse con la lengua extranjera en conversaciones sencillas y, de forma global, en textos orales. A través de métodos visuales y con los conocimientos previos que el niño conoce en su lengua materna, podemos facilitar y mejorar la comprensión y expresión en la segunda lengua.

 – Tratamiento que ha de darse a la lengua escrita, según el currículo. Acercamiento a la lengua escrita como medio de comunicación, información y disfrute. Interés por explorar algunos de sus elementos. Diferenciación entre las formas escritas y otras formas de expresión gráfica. Identificación de palabras y frases escritas muy significativas y usuales. Percepción de diferencias y semejanzas entre ellas. Iniciación al conocimiento del código escrito a través de esas palabras y frases. Uso, gradualmente autónomo, de diferentes soportes de la lengua escrita como libros, revistas, periódicos, ordenadores, carteles o etiquetas. Utilización progresivamente ajustada de la información que proporcionan. Interés y atención en la escucha de poesías, narraciones, explicaciones, instrucciones o descripciones transmitidas o leídas por otras personas. Iniciación en el uso de la escritura para cumplir finalidades reales. Interés y disposición para comunicarse por escrito y por el uso de algunas convenciones del sistema de la lengua escrita como linealidad, orientación y organización del espacio, y gusto por producir mensajes con trazos cada vez más precisos y legibles.

 -Señala cómo debe ser el acercamiento a la literatura en esta etapa educativa. Enseñarles que la literatura, las poesías o adivinanzas son fuente de placer y conocimiento. Hay que procurar que además de atender a la narración, comprendan lo que han escuchado. La poesía, con el ritmo, la rima… es una buena forma de enseñar el placer de la literatura. Es importante incentivar la comunicación de las sensaciones que les ha transmitido el texto y que compartan sus ideas. Los trabalenguas, adivinanzas, dramatizaciones, etc. fomentan el interés en mediante el juego y, en el caso de las dramatizaciones, desarrolla su capacidad expresiva. Con el uso de la biblioteca, se promueve el interés por la literatura como recurso lúdico y de aprendizaje, y por la literatura propia de otras culturas. En este espacio también van a adquirir valores sobre el cuidado de los libros. Acercamiento a la lengua extranjera, mediante la comprensión de canciones, cuentos o poesías.

 – Indica los criterios de evaluación de la comunicación verbal y escrita en esta etapa, señalando qué se evalúa con tales criterios.  

1.Comunicación verbal.

Para demostrar una adquisición óptima de las capacidades de atención y expresión oral, el niño debe participar en situaciones comunicativas creadas por el profesor para desarrollar el intercambio de ideas y la interacción entre los alumnos, interesándose por las opiniones de los demás y respetando el sistema de turnos. Hay que valorar el progreso desde la comunicación gestual, el uso de sonidos y repetición de palabras con intención de aprender y usar el lenguaje verbal, hasta las combinaciones de palabras y frases completas.

Las intenciones comunicativas deben ser evaluadas comprobando que el niño muestre interés y sepa desenvolverse en distintas situaciones, participando activamente. No solo hay que evaluar la expresión, también es importante la capacidad de escuchar y comprender el lenguaje de forma que no obstaculice su participación en la clase. Para saber si no comprende, observaremos si hace preguntas, su frecuencia y su motivo.

En la lengua extranjera se valorará especialmente el interés, la curiosidad y participación en las actividades propuestas.

2.Comunicación escrita

Los textos escritos presentes en el aula son el método para evaluar el interés y valor que los niños le conceden a la lengua escrita. El interés en las actividades y situaciones de lectoescritura que se crean en el aula también son fuente de observación para el maestro.

A la hora de enfrentarse a un libro, un texto o una palabra, se puede percibir si el niño se fija en el dibujo, intenta relacionarlo con el texto o si se fija en la escritura para intentar comprender el significado. Se puede empezar a familiarizar al niño con la escritura por medio de su nombre, ya que suele ser lo primero que aprenden a escribir. No obstante, la escritura se desarrollará más en la etapa de primaria.

 -Orientaciones metodológicas que han de sustentar la acción didáctica en esta etapa: en qué consisten y qué finalidad tienen.

Para que la intervención pedagógica tenga el carácter educativo propio de la Educación Infantil el currículo ofrece una serie de principios que sirven de referencia.

-Atención a la diversidad.

El maestro debe adaptarse y dar una atención individualizada a cada niño en función de su ritmo, sus intereses y sus características específicas. Cada niño viene de un entorno sociocultural por tanto la escuela debe compensar las posibles desigualdades que existan.

La diferencia de edad entre los niños de un mismo curso se nota más que en cualquier otra etapa educativa. Es necesario plantear actividades que permitan trabajar a distintos niveles dentro del aula. Las diferencias de edad deben servir para potenciar el valor educativo de la interacción entre los pequeños y los mayores: los primeros pueden adquirir comportamientos más avanzados y los segundos experimentar el proceso de ayuda y guía para los pequeños.

Es especialmente importante en esta etapa la detección y atención temprana de los niños con necesidades especiales. Se deberán utilizar con ellos los recursos más adecuados para favorecer su desarrollo, siempre prestando más atención a la evolución que a los resultados que obtengan.

-Enfoque globalizador.

Los niños perciben la realidad como distintos enfoques inconexos, por tanto, la tarea de la escuela es presentar los conocimientos relativos a las distintas realidades de manera integrada y relacionada. Esto significa que cada las áreas y sus respectivos contenidos deben presentarse en el aula en relación con los demás.

-Aprendizaje significativo.

Para lograr este tipo de aprendizaje se deben relacionar los conocimientos previos ya aprendidos, con lo nuevo. Esto permitirá utilizar y aplicar posteriormente estos conocimientos adquiridos en distintas situaciones.

La motivación es esencial para que un aprendizaje sea significativo. El niño debe estar interesado en los conocimientos y estos deben corresponderse con sus necesidades.

-El juego, instrumento privilegiado de intervención educativa.

El juego es un medio universal que contribuye al desarrollo físico, psicológico y social. En esta etapa cobra enorme importancia y debe ser un tema central. A través de él se pueden desarrollar las distintas áreas del currículo, así como su visión del mundo exterior y el propio conocimiento autónomo con motivación, disfrute y creatividad.

-La actividad infantil: la observación y la experimentación.

Las actividades lúdicas deben ser planificadas de forma que haya variedad, interacción y desarrollo de sus competencias tanto motrices como cognitivas. Es muy recomendable que se trabajen los distintos sentidos y la experimentación de la realidad.

Los propios niños deben sentir una cierta autonomía para que progresen en el conocimiento del mundo, por ello hay que crear un ambiente de seguridad y confianza en el aula donde ellos puedan tomar la iniciativa.

-El ambiente escolar, un espacio de bienestar, afectivo y estimulante.

El medio en el que interactúan los niños condiciona su desarrollo y el proceso enseñanza-aprendizaje. El aula y la escuela infantil en general, deben ser un lugar óptimo para la estimulación de las ganas de aprender y de relacionarse por sí mismos. El ambiente de acogedor y seguro les aporta la confianza para afrontar los distintos retos que se plantean y para expresar sus emociones.

-La organización del espacio y del tiempo.

La distribución de tiempo debe adaptarse a los ritmos de los niños y servir para desarrollar nociones temporales de sucesión y regularidad. Las rutinas son el elemento organizador de las actividades y favorecen la creación del ambiente de seguridad y la creación del concepto de anticipación en los niños. Se deben combinar los tiempos de actividad con los de descanso.

-Los materiales como elementos mediadores.

Los materiales suponen medio para mejorar los aprendizajes y desarrollar actitudes de socialización y experimentación. Deben estar bien organizados y a su alcance para fomentar su autonomía. Además deben ser atractivos, seguros y variados, en su justa medida (la sobreestimulación provoca desinterés).

La función compensadora de la escuela puede desarrollarse mediante los materiales. Los niños que viven en ambientes socioculturales que carecen de materiales (los más frecuentes son los tecnológicos) deben tener acceso a ellos en el aula.

 -El centro de Educación Infantil, espacio para la convivencia.

La interacción entre iguales es un objetivo educativo y a la vez recurso metodológico. Deben promoverse actividades con distinto agrupamientos para favorecer el desarrollo afectivo y social.

Para una correcta convivencia hay que establecer límites y normas. Estos sirven de guía para saber cómo han de actuar, qué se espera de ellos y cuáles son los límites para sus acciones. Cuando el niño se ve apoyado y reforzado por el adulto en las conductas y actividades que realiza, tenderá a repetirlas ya que el reconocimiento de sus logros le resultará gratificante.

-La Educación Infantil, una tarea compartida.

La interacción entre educadores y de estos con las familias es fundamental. Se debe compartir la responsabilidad de la labor educativa y coordinar esfuerzos. Una comunicación permanente evita incoherencias y aumenta la efectividad de la educación. De este modo los valores que se deben fomentar son integrados por todos. El conocimiento del medio sociocultural de la familia facilitará y optimizará la acción educativa.

La educación no debe ser solo cosa de familia y escuela, las instituciones y colectivos sociales deberían favorecer y compartir la labor educativa creando un clima de respeto y compromiso. La educación es un deber de toda la sociedad.