Teoría de la Plusvalía de Marx y el Desafío del Desempleo Juvenil en la Era Digital
La Plusvalía (Plusvalor) según Karl Marx
1. ¿Qué es la Plusvalía Relativa?
La **plusvalía relativa** ocurre cuando el empresario, mediante la implementación de mejoras tecnológicas o de organización, logra reducir el tiempo de trabajo necesario para que el obrero produzca el equivalente a su salario, manteniendo la jornada laboral. Esto permite obtener más plusvalía al disminuir el **trabajo necesario**. Se llama así porque se genera al reducir el tiempo de trabajo necesario gracias a la mayor **productividad**.
Según el análisis marxista, el trabajador siempre produce más de lo que recibe en salario; esa diferencia es la **plusvalía**, que teóricamente le pertenece al trabajador pero es apropiada por el empresario. La plusvalía surge tanto cuando el trabajador trabaja más tiempo del necesario como cuando produce más en menos tiempo. El pago no refleja lo producido, sino el valor de su **fuerza de trabajo**, que aumenta con la especialización.
La acumulación de riqueza en la burguesía capitalista impulsó el desarrollo científico y tecnológico, transformando la producción y la vida social.
2. ¿Qué es la Plusvalía Absoluta?
La **plusvalía absoluta** se refiere al aumento de horas de trabajo sin que el salario del trabajador incremente. Es decir, el empresario no realiza ningún esfuerzo adicional, ya que toda la carga recae sobre el trabajador. Este método se usó en los inicios del capitalismo, cuando los obreros trabajaban entre 16 y 18 horas diarias.
Se llama plusvalía absoluta a la obtenida mediante la **extensión de la jornada laboral**. Hoy en día, en países desarrollados, esta práctica se reduce gracias a leyes que limitan el tiempo de trabajo, pero aún existe en países emergentes.
Según **Marx**, el trabajador en el sistema capitalista es visto como una mera **fuerza laboral**, un recurso económico para generar más dinero. Sus ideas críticas contra el capitalismo influyeron en el movimiento obrero y en la creación de partidos socialistas a nivel mundial.
3. Contexto y Relación del Autor con el Texto
**Karl Marx** fue un filósofo, intelectual y activista comunista alemán de origen judío, dedicado al estudio de la sociedad, filosofía, historia, política y sociología. Vivió durante la Segunda Revolución Industrial, un periodo de gran desarrollo capitalista y el surgimiento del **proletariado**, al que criticó por su explotación, miseria y alienación.
Marx observó que la historia está marcada por la **lucha de clases**, con intereses opuestos entre explotadores y explotados, y predijo que este conflicto terminaría en una revolución que eliminaría las clases sociales. Participó en la creación del movimiento obrero internacional y promovió organizaciones socialistas.
Proponía una **sociedad sin clases**, donde los bienes se compartieran y no existiera propiedad privada, ya que esta era la raíz de la división social. Consideraba que el **modo de producción** determina la historia política e intelectual y que la emancipación del proletariado significaría la liberación de toda la humanidad, eliminando la propiedad privada, las clases sociales y el Estado.
El Desempleo Juvenil en España: Retos y Soluciones
1. Radiografía del Mercado Laboral y la Brecha de Habilidades
En primer lugar, la **OCDE** (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) es un organismo internacional que agrupa a los países más desarrollados y emergentes, con el fin de coordinar políticas económicas y sociales. La OCDE elabora informes que analizan diversos temas.
El texto destaca la **brecha entre las habilidades** de los jóvenes españoles y las competencias que las empresas necesitan, lo cual es preocupante en un contexto de **cambio tecnológico** acelerado y **deslocalización económica**. La **digitalización**, el uso de máquinas que aprenden de datos y la difusión de tecnologías disruptivas están generando una revolución global que afecta a todos los países, incluyendo a España.
El futuro del trabajo será muy diferente, y gobiernos, empresas y centros educativos deben adecuar currículos para responder a nuevas demandas. La tecnología está deslocalizando empresas, destruyendo empleos en países avanzados y creándolos en emergentes. El uso masivo de robots, la pérdida de puestos de trabajo y la baja remuneración de los perfiles menos técnicos generan desafección entre la población de los países industrializados.
2. ¿Qué debería mejorar el Sistema Educativo?
El estudio de IESE Business School sobre el futuro del empleo (2019) destaca que el sistema educativo debe ofrecer una **formación más completa, práctica y holística**, que integre conocimientos, habilidades y actitudes relevantes para los próximos años. Se propone que las empresas participen activamente en definir estos requisitos y su incorporación a los planes educativos.
También se destaca el papel de los gobiernos en promover la **colaboración entre empresas y centros educativos**, flexibilizando el sistema para responder a necesidades reales. Los **programas mixtos de estudio y trabajo**, como prácticas profesionales al finalizar un ciclo, son clave para mejorar la **empleabilidad juvenil** y reducir el desempleo y la exclusión social, siendo recomendables contratos en prácticas bien regulados pero flexibles.
3. Responsabilidad del Sistema Educativo frente al Desempleo Juvenil
El sistema educativo es clave para explicar el **desempleo juvenil**. Las sociedades necesitan educación de calidad, flexible y ajustada a las necesidades del mercado laboral. Esta responsabilidad no es solo de los gobiernos, sino también de los ciudadanos, los centros educativos y las familias, que son fundamentales para desarrollar habilidades y motivación en los jóvenes.
La brecha entre lo que enseña el sistema educativo y lo que demandan las empresas mantiene el paro juvenil. No solo se requieren capacidades tecnológicas, sino también **habilidades sociales y profesionales** como **trabajo en equipo**, **liderazgo**, **comunicación**, **negociación** y **actitud emprendedora**. El mundo laboral evoluciona hacia estructuras más planas y métodos de trabajo innovadores, que exigen nuevas competencias.
En definitiva, se forma a jóvenes para empleos futuros inciertos, por lo que reinventar la educación para garantizar su integración laboral es un reto colectivo.