Tipo de organización de lala

ESCUELA BURACRATICA DE WEBER

Max Weber (1864-1920)


fue el iniciador del estudio sistemático sobre la burocracia. Sus observaciones del desarrollo de la burocracia y la formación de las condiciones que contribuyeron al mismo, como la economía monetaria, la aparición del sistema capitalista, la revolución industrial, y la ética protestante, son referencias del tema. Con su teoría de la dominación burocrática, trata de establecer las condiciones en las que la persona que detenta el poder justifica su legitimidad y las formas en que los sujetos sobre los que se ejerce el poder se someten a él. No es suficiente con la legitimación del poder, es preciso un cierto grado de organización administrativa que permita el ejercicio del poder.

Principios de la burocracia según Weber

La teoría de la burocracia de Weber distingue 3 principios de legitimación que permiten distinguir los tipos de dominación:

Dominación carismática


Justificada por las carácterísticas del líder y aceptada por los súbditos en función de su fe y en la que, en caso de surgir una organización administrativa, lo que resulta inestable e indeterminada.

Dominación tradicional


Legitima el poder del jefe en el pasado y el estatus heredado y suscita organizaciones administrativas de tipo patrimonial de tipo feudal en las cuales los «funcionarios» dependen del jefe y están fuertemente vinculados a él.

Dominación legal


Se asienta en la ley como principio legitimador en función de su racionalidad y es independiente del líder o jefe que las haga cumplir.

La burocratización significa prevalencia creciente de un tipo racional y formal de organización. «Administración burocrática» significa ejercicio del control basado en el conocimiento (competencia técnica), rasgo que es lo que la hace específicamente racional.

Teoría de la burocracia: carácterísticas

Según Weber, la burocracia debe presentar las siguientes carácterísticas o rasgos principales:

Carácter legal de normas y reglamentos

La burocracia es una organización compuesta por una serie de normas y reglamentos, los cuales se establecen por escrito. Se basa en una legislación propia en la que se define y pauta cuál será el funcionamiento y cómo se llevará a cabo la administración y organización burocrática. Estas normas y reglamentos son muy detallados, precisos y racionales, pues deben ser coherentes con los objetivos iniciales.

Jerarquía de la autoridad

Las normas legales se establecen por su racionalidad y el cuerpo legal está compuesto por un sistema consistente de reglas abstractas establecidas intencionalmente; la persona que desempeña la autoridad ocupa un cargo cuyas funciones, prerrogativas, derechos y obligaciones están delimitadas y por la razón de su cargo, detenta el poder; la persona que obedece a la autoridad lo hace sólo en cuanto miembro de ese grupo únicamente obedece a «la ley» a los preceptos legales, no a las voluntades individuales de los jefes.

Máxima división del trabajo

La organización burocrática se caracteriza por estar compuesta por cargos oficiales delimitados por reglas que determinan la esfera de competencia de cada uno de ellos de acuerdo con los siguientes principios: delimitación de las obligaciones a cumplir por cada cargo en función de la división del trabajo; provisión de la autoridad necesaria para el desempeño y el cumplimiento de esas obligaciones; delimitación de las condiciones y los medios coercitivos para el ejercicio de esa autoridad. La organización de los cargos sigue el principio jerárquico de modo que cada cargo está bajo el control y supervisión de un superior, y cada funcionario es responsable ante su superior de sus decisiones y acciones y de las de sus subordinados.

Determinación de reglas

La conducta de los funcionarios está regida por un sistema coherente de reglas técnicas y normas de tipo general y consiste en la aplicación de esas reglas a cada caso y situación concreta.

Profesionalización y racionalidad

Se requiere una especialización y una preparación cualificada y su selección se realizará de acuerdo con este tipo de criterios. Se considera el empleo como una carrera que se desarrolla de acuerdo con un sistema de promociones establecido en función de la antigüedad o la capacidad y conocimientos técnicos. Se trata de una adjudicación de los puestos y cargos por razones de competencia y no por preferencias personales o nepotismos.

Impersonalidad

Los actos administrativos, las decisiones y las reglas se formularán y registrarán por escrito y el funcionario ideal cumple su tarea con un espíritu de formalidad impersonal.

Según Weber, desde un punto de vista técnico la experiencia demostraría en forma universal que la organización administrativa de tipo burocrático puro es capaz de proporcionar el más alto grado de eficacia. El aparato burocrático desarrollado es exactamente lo mismo que la máquina respecto de las formas no mecánicas de producción. La precisión, rapidez, univocidad, la oficialidad, la continuidad, la discreción, la uniformidad, la rigurosa subordinación, el ahorro de fricciones y de costos objetivos y personales son mayores en una administración severamente burocrática y especialmente monocrática, servida por funcionarios especializados.

Burocracia ideal de Weber

Weber trató de formular un tipo ideal de administración burocrática. No es un modelo empírico del funcionamiento burocrático, ni es resultado de un promedio de las carácterísticas de todas las burocracias existentes. Se trata de un tipo puro obtenido por abstracción de los aspectos burocráticos más carácterísticos de todas las organizaciones conocidas y cuya nota esencial es la racionalidad y eficiencia.

Críticas a la burocracia ideal de Weber

Han surgido críticas al concepto de burocracia weberiano y a la utilidad del tipo ideal. Unas dirigidas a señalar las insuficiencias de un concepto que no tenía en cuenta los aspectos empíricos de las organizaciones concretas y olvidaba las dimensiones no racionales de la misma; otras ponen de manifiesto las propias contradicciones del tipo ideal establecido por Weber señalando que una organización concreta que reuniera todas las carácterísticas en él establecidas no tendría que hallarse necesariamente situado en el máximo de eficiencia, porque los factores que determinan esta no pueden establecerse en abstracto.

Críticas que han puesto de manifiesto las diferencias disfuncionales que surgen a partir del modelo de organización burocrática establecido por Weber.

PRINCIPIOS BUROCRÁTICOS DE MAX WEBER

Esta dinámica consiste en analizar los principios de los autores que hemos visto hasta el momento. A nuestro grupo nos tocó definir los principios burocráticos de Max Weber:

– JERARQUÍA DE CARGOS

El principio de la jerarquía agrupa a los cargos y funciones y establece las áreas o tramos de control -las jurisdicciones-. En base a la jerarquía se construyen los escalones y la pirámide burocrática. La jerarquía es en orden y en subordinación y se define con reglas limitadas y específicas.

NIVELES DE AUTORIDAD

Se articula en torno a dos factores esenciales: el poder, que lo define como capacidad de inducir a otros a aceptar órdenes, y la legitimación, que se refiere al nivel de aceptación de órdenes por parte de los subordinados.

CUADRO DE COMPETENCIAS:

Diferenciación de roles o funciones fijadas previamente para cada uno de los niveles de autoridad.

– EJERCICIO DE PROFESIONALIZACIÓN DE FUNCIONES:

Ninguna burocracia puede funcionar si no cuenta con administradores profesionales. Cada miembro se desarrollará en función de su especialización.


PRINCIPIOS BUROCRÁTICOS DE MAX WEBER ( 23 de Octubre de 2007)


Esta dinámica consiste en analizar los principios de los autores que hemos visto hasta el momento. A nuestro grupo nos tocó definir los principios burocráticos de Max Weber:
– JERARQUÍA DE CARGOS:
El principio de la jerarquía agrupa a los cargos y funciones y establece las áreas o tramos de control -las jurisdicciones-. En base a la jerarquía se construyen los escalones y la pirámide burocrática. La jerarquía es en orden y en subordinación y se define con reglas limitadas y específicas.
– NIVELES DE AUTORIDAD:
Se articula en torno a dos factores esenciales: el poder, que lo define como capacidad de inducir a otros a aceptar órdenes, y la legitimación, que se refiere al nivel de aceptación de órdenes por parte de los subordinados.
– CUADRO DE COMPETENCIAS:
Diferenciación de roles o funciones fijadas previamente para cada uno de los niveles de autoridad.
– EJERCICIO DE PROFESIONALIZACIÓN DE FUNCIONES:
Ninguna burocracia puede funcionar si no cuenta con administradores profesionales. Cada miembro se desarrollará en función de su especialización.


Dominación legal


Se asienta en la ley como principio legitimador en función de su racionalidad y es independiente del líder o jefe que las haga cumplir.

La burocratización significa prevalencia creciente de un tipo racional y formal de organización. «Administración burocrática» significa ejercicio del control basado en el conocimiento (competencia técnica), rasgo que es lo que la hace específicamente racional.

Teoría de la burocracia: carácterísticas

Según Weber, la burocracia debe presentar las siguientes carácterísticas o rasgos principales:

Carácter legal de normas y reglamentos

La burocracia es una organización compuesta por una serie de normas y reglamentos, los cuales se establecen por escrito. Se basa en una legislación propia en la que se define y pauta cuál será el funcionamiento y cómo se llevará a cabo la administración y organización burocrática. Estas normas y reglamentos son muy detallados, precisos y racionales, pues deben ser coherentes con los objetivos iniciales.

Jerarquía de la autoridad

Las normas legales se establecen por su racionalidad y el cuerpo legal está compuesto por un sistema consistente de reglas abstractas establecidas intencionalmente; la persona que desempeña la autoridad ocupa un cargo cuyas funciones, prerrogativas, derechos y obligaciones están delimitadas y por la razón de su cargo, detenta el poder; la persona que obedece a la autoridad lo hace sólo en cuanto miembro de ese grupo únicamente obedece a «la ley» a los preceptos legales, no a las voluntades individuales de los jefes.

Máxima división del trabajo

La organización burocrática se caracteriza por estar compuesta por cargos oficiales delimitados por reglas que determinan la esfera de competencia de cada uno de ellos de acuerdo con los siguientes principios: delimitación de las obligaciones a cumplir por cada cargo en función de la división del trabajo; provisión de la autoridad necesaria para el desempeño y el cumplimiento de esas obligaciones; delimitación de las condiciones y los medios coercitivos para el ejercicio de esa autoridad. La organización de los cargos sigue el principio jerárquico de modo que cada cargo está bajo el control y supervisión de un superior, y cada funcionario es responsable ante su superior de sus decisiones y acciones y de las de sus subordinados.

Determinación de reglas

La conducta de los funcionarios está regida por un sistema coherente de reglas técnicas y normas de tipo general y consiste en la aplicación de esas reglas a cada caso y situación concreta.

Profesionalización y racionalidad

Se requiere una especialización y una preparación cualificada y su selección se realizará de acuerdo con este tipo de criterios. Se considera el empleo como una carrera que se desarrolla de acuerdo con un sistema de promociones establecido en función de la antigüedad o la capacidad y conocimientos técnicos. Se trata de una adjudicación de los puestos y cargos por razones de competencia y no por preferencias personales o nepotismos.

Impersonalidad

Los actos administrativos, las decisiones y las reglas se formularán y registrarán por escrito y el funcionario ideal cumple su tarea con un espíritu de formalidad impersonal.

Según Weber, desde un punto de vista técnico la experiencia demostraría en forma universal que la organización administrativa de tipo burocrático puro es capaz de proporcionar el más alto grado de eficacia. El aparato burocrático desarrollado es exactamente lo mismo que la máquina respecto de las formas no mecánicas de producción. La precisión, rapidez, univocidad, la oficialidad, la continuidad, la discreción, la uniformidad, la rigurosa subordinación, el ahorro de fricciones y de costos objetivos y personales son mayores en una administración severamente burocrática y especialmente monocrática, servida por funcionarios especializados.

Burocracia ideal de Weber

Weber trató de formular un tipo ideal de administración burocrática. No es un modelo empírico del funcionamiento burocrático, ni es resultado de un promedio de las carácterísticas de todas las burocracias existentes. Se trata de un tipo puro obtenido por abstracción de los aspectos burocráticos más carácterísticos de todas las organizaciones conocidas y cuya nota esencial es la racionalidad y eficiencia.

Críticas a la burocracia ideal de Weber

Han surgido críticas al concepto de burocracia weberiano y a la utilidad del tipo ideal. Unas dirigidas a señalar las insuficiencias de un concepto que no tenía en cuenta los aspectos empíricos de las organizaciones concretas y olvidaba las dimensiones no racionales de la misma; otras ponen de manifiesto las propias contradicciones del tipo ideal establecido por Weber señalando que una organización concreta que reuniera todas las carácterísticas en él establecidas no tendría que hallarse necesariamente situado en el máximo de eficiencia, porque los factores que determinan esta no pueden establecerse en abstracto.

Críticas que han puesto de manifiesto las diferencias disfuncionales que surgen a partir del modelo de organización burocrática establecido por Weber.


Jerarquía de la autoridad

Las normas legales se establecen por su racionalidad y el cuerpo legal está compuesto por un sistema consistente de reglas abstractas establecidas intencionalmente; la persona que desempeña la autoridad ocupa un cargo cuyas funciones, prerrogativas, derechos y obligaciones están delimitadas y por la razón de su cargo, detenta el poder; la persona que obedece a la autoridad lo hace sólo en cuanto miembro de ese grupo únicamente obedece a «la ley» a los preceptos legales, no a las voluntades individuales de los jefes.

Máxima división del trabajo

La organización burocrática se caracteriza por estar compuesta por cargos oficiales delimitados por reglas que determinan la esfera de competencia de cada uno de ellos de acuerdo con los siguientes principios: delimitación de las obligaciones a cumplir por cada cargo en función de la división del trabajo; provisión de la autoridad necesaria para el desempeño y el cumplimiento de esas obligaciones; delimitación de las condiciones y los medios coercitivos para el ejercicio de esa autoridad. La organización de los cargos sigue el principio jerárquico de modo que cada cargo está bajo el control y supervisión de un superior, y cada funcionario es responsable ante su superior de sus decisiones y acciones y de las de sus subordinados.

Determinación de reglas

La conducta de los funcionarios está regida por un sistema coherente de reglas técnicas y normas de tipo general y consiste en la aplicación de esas reglas a cada caso y situación concreta.

Profesionalización y racionalidad

Se requiere una especialización y una preparación cualificada y su selección se realizará de acuerdo con este tipo de criterios. Se considera el empleo como una carrera que se desarrolla de acuerdo con un sistema de promociones establecido en función de la antigüedad o la capacidad y conocimientos técnicos. Se trata de una adjudicación de los puestos y cargos por razones de competencia y no por preferencias personales o nepotismos.

Impersonalidad

Los actos administrativos, las decisiones y las reglas se formularán y registrarán por escrito y el funcionario ideal cumple su tarea con un espíritu de formalidad impersonal.

Según Weber, desde un punto de vista técnico la experiencia demostraría en forma universal que la organización administrativa de tipo burocrático puro es capaz de proporcionar el más alto grado de eficacia. El aparato burocrático desarrollado es exactamente lo mismo que la máquina respecto de las formas no mecánicas de producción. La precisión, rapidez, univocidad, la oficialidad, la continuidad, la discreción, la uniformidad, la rigurosa subordinación, el ahorro de fricciones y de costos objetivos y personales son mayores en una administración severamente burocrática y especialmente monocrática, servida por funcionarios especializados.

Burocracia ideal de Weber

Weber trató de formular un tipo ideal de administración burocrática. No es un modelo empírico del funcionamiento burocrático, ni es resultado de un promedio de las carácterísticas de todas las burocracias existentes. Se trata de un tipo puro obtenido por abstracción de los aspectos burocráticos más carácterísticos de todas las organizaciones conocidas y cuya nota esencial es la racionalidad y eficiencia.

Críticas a la burocracia ideal de Weber

Han surgido críticas al concepto de burocracia weberiano y a la utilidad del tipo ideal. Unas dirigidas a señalar las insuficiencias de un concepto que no tenía en cuenta los aspectos empíricos de las organizaciones concretas y olvidaba las dimensiones no racionales de la misma; otras ponen de manifiesto las propias contradicciones del tipo ideal establecido por Weber señalando que una organización concreta que reuniera todas las carácterísticas en él establecidas no tendría que hallarse necesariamente situado en el máximo de eficiencia, porque los factores que determinan esta no pueden establecerse en abstracto.

Críticas que han puesto de manifiesto las diferencias disfuncionales que surgen a partir del modelo de organización burocrática establecido por Weber.


Profesionalización y racionalidad

Se requiere una especialización y una preparación cualificada y su selección se realizará de acuerdo con este tipo de criterios. Se considera el empleo como una carrera que se desarrolla de acuerdo con un sistema de promociones establecido en función de la antigüedad o la capacidad y conocimientos técnicos. Se trata de una adjudicación de los puestos y cargos por razones de competencia y no por preferencias personales o nepotismos.

Impersonalidad

Los actos administrativos, las decisiones y las reglas se formularán y registrarán por escrito y el funcionario ideal cumple su tarea con un espíritu de formalidad impersonal.

Según Weber, desde un punto de vista técnico la experiencia demostraría en forma universal que la organización administrativa de tipo burocrático puro es capaz de proporcionar el más alto grado de eficacia. El aparato burocrático desarrollado es exactamente lo mismo que la máquina respecto de las formas no mecánicas de producción. La precisión, rapidez, univocidad, la oficialidad, la continuidad, la discreción, la uniformidad, la rigurosa subordinación, el ahorro de fricciones y de costos objetivos y personales son mayores en una administración severamente burocrática y especialmente monocrática, servida por funcionarios especializados.

Burocracia ideal de Weber

Weber trató de formular un tipo ideal de administración burocrática. No es un modelo empírico del funcionamiento burocrático, ni es resultado de un promedio de las carácterísticas de todas las burocracias existentes. Se trata de un tipo puro obtenido por abstracción de los aspectos burocráticos más carácterísticos de todas las organizaciones conocidas y cuya nota esencial es la racionalidad y eficiencia.

Críticas a la burocracia ideal de Weber

Han surgido críticas al concepto de burocracia weberiano y a la utilidad del tipo ideal. Unas dirigidas a señalar las insuficiencias de un concepto que no tenía en cuenta los aspectos empíricos de las organizaciones concretas y olvidaba las dimensiones no racionales de la misma; otras ponen de manifiesto las propias contradicciones del tipo ideal establecido por Weber señalando que una organización concreta que reuniera todas las carácterísticas en él establecidas no tendría que hallarse necesariamente situado en el máximo de eficiencia, porque los factores que determinan esta no pueden establecerse en abstracto.

Críticas que han puesto de manifiesto las diferencias disfuncionales que surgen a partir del modelo de organización burocrática establecido por Weber.


Burocracia ideal de Weber

Weber trató de formular un tipo ideal de administración burocrática. No es un modelo empírico del funcionamiento burocrático, ni es resultado de un promedio de las carácterísticas de todas las burocracias existentes. Se trata de un tipo puro obtenido por abstracción de los aspectos burocráticos más carácterísticos de todas las organizaciones conocidas y cuya nota esencial es la racionalidad y eficiencia.

Críticas a la burocracia ideal de Weber

Han surgido críticas al concepto de burocracia weberiano y a la utilidad del tipo ideal. Unas dirigidas a señalar las insuficiencias de un concepto que no tenía en cuenta los aspectos empíricos de las organizaciones concretas y olvidaba las dimensiones no racionales de la misma; otras ponen de manifiesto las propias contradicciones del tipo ideal establecido por Weber señalando que una organización concreta que reuniera todas las carácterísticas en él establecidas no tendría que hallarse necesariamente situado en el máximo de eficiencia, porque los factores que determinan esta no pueden establecerse en abstracto.

Críticas que han puesto de manifiesto las diferencias disfuncionales que surgen a partir del modelo de organización burocrática establecido por Weber.