Educación y Desarrollo Económico: Explorando el Rol del Capital Social
Educación y Desarrollo: ¿Capital Humano o Capital Social?
Diego Azqueta Oyarzun, Guillermina Gavaldón Hernández (guillermina.gavaldon@uah.es), Leonor Margalef García
Universidad de Alcalá
Resumen
La contribución de la educación al desarrollo ha sido objeto de controversia. Los estudios basados en la contabilidad del crecimiento, que buscan establecer una relación causal entre la inversión educativa y el desempeño económico, han arrojado resultados mixtos. Si bien algunas estimaciones iniciales mostraban una correlación positiva entre educación y desarrollo, esta conclusión ha sido cuestionada, especialmente en países subdesarrollados. Estos estudios se han centrado en el papel de la educación en la formación de capital humano, incrementando la productividad laboral. Sin embargo, este enfoque puede ser limitante. Este trabajo introduce un segundo canal: el rol de la educación en la formación de capital social. El capital social no solo reduce los costes de transacción y previene la marginación, sino que también aumenta la rentabilidad de las inversiones públicas. Es crucial analizar el tipo de educación, tanto institucional como curricular, que mejor promueve el capital social.
Palabras clave: economía de la educación, capital humano, capital social, contabilidad del crecimiento.
Abstract: Education and Economic Development: Human or Social Capital?
The contribution of education to economic development is a controversial topic. Growth accounting studies, which attempt to link educational investment with economic performance, have yielded mixed results. Initial estimations indicated a positive correlation, but this has been challenged, particularly in underdeveloped countries. These studies focus on education’s role in human capital formation, increasing labor productivity. However, this perspective may be too narrow. This paper introduces a second channel: education’s role in building social capital. Social capital reduces transaction costs, prevents marginalization, and enhances public investment returns. Analyzing the type of education, both institutional and curricular, that best fosters social capital is crucial.
Keywords: education economics, human capital, social capital, growth accounting.
Introducción
La educación se considera clave para el desarrollo económico y social. Esto ha impulsado recomendaciones para invertir en educación, especialmente en países menos desarrollados. La economía de la educación y la teoría del capital humano proporcionan el marco teórico. Sin embargo, la evidencia empírica no es concluyente. Estudios agregados tienden a corroborar la importancia de la educación, pero otros, basados en la contabilidad del crecimiento, muestran un papel tenue. La productividad laboral es la variable clave en estos estudios. Recientemente, se ha revalorizado el papel del capital social en el desarrollo. Es probable que la educación influya en la formación de capital social. Este trabajo analiza el rol de la educación en la formación de capital social, agregando un nuevo canal para explicar su contribución al desarrollo económico.
Este artículo se estructura de la siguiente manera: La primera sección presenta el marco teórico de la contabilidad del crecimiento, la economía de la educación y el capital humano. La segunda revisa la evidencia empírica y el pesimismo sobre la contribución de la inversión en educación. La tercera aborda el concepto de capital social: definición, tipos, medición y su importancia en el desarrollo. La cuarta analiza la posible contribución de la educación al desarrollo a través de su incidencia en el capital social. Finalmente, se presentan conclusiones y líneas de investigación futuras.
Educación y Desarrollo: La Contabilidad del Crecimiento
El análisis de la contribución de la educación al desarrollo se ha realizado en el marco de la contabilidad del crecimiento. Esta se basa en la función agregada de producción:
Y = f (K, L, T, RN) (1)
Donde Y es la renta nacional, K el stock de capital, L el trabajo, T la tecnología, y RN los recursos naturales. Una simplificación común es la función Cobb-Douglas:
Yt = AtKtαLt1-α (2)
A partir de esta función, se puede cuantificar la contribución de cada factor al crecimiento. Tomando logaritmos y derivando:
Ẏt = Ȧt + αK̇t + (1-α)L̇t (3)
Donde un punto sobre la variable indica su tasa ponderada de crecimiento:
«>
Conociendo Ẏt, K̇t y L̇t, y estimando α, se puede deducir la contribución de cada factor. Asumiendo competencia perfecta, la productividad marginal del capital (ρ) es:
«>
«> de donde, despejando α:
(4)
(5)
es decir, la participación de los beneficios en la renta nacional.
Inicialmente, el «factor residual» (Ȧt) explicaba la mayor parte del crecimiento. Esto se debe a que la medición del crecimiento de los factores productivos no consideraba las mejoras en su calidad, debido a la tecnología (capital) y a la educación y experiencia (trabajo). Ajustando el trabajo por calidad, se puede medir en unidades de eficiencia, discriminando la importancia de la educación. Para ello, se utiliza la teoría del capital humano.
Esta teoría permite medir la contribución de la educación al crecimiento. Si una mejor educación implica mayor productividad marginal y, por ende, mayor salario, las diferencias salariales (descontando otros factores) reflejan la contribución de la educación. Así, la educación aparece como un factor adicional en la contabilidad del crecimiento. La economía de la educación permite discriminar la rentabilidad social de la inversión en distintos niveles educativos, comparando costes (inversión en recursos y coste de oportunidad) con beneficios (mayor productividad reflejada en diferencias salariales).
Educación y Desarrollo: Evidencia Empírica
La evidencia empírica sobre la relación entre educación y crecimiento económico ha sido generalmente positiva. El Banco Mundial (2005) muestra una correlación entre años de escolarización y renta per cápita. Mankiw (1995) encontró una fuerte relación entre renta per cápita y matriculación en secundaria. Sin embargo, es difícil establecer la causalidad.
Psacharopoulos y Patrinos (2004) analizan las tasas de rendimiento social de la inversión en educación (Tabla 1).
TABLA 1. Rendimiento social (tasa interna de rendimiento: TIR) de las inversiones en educación
Grupo de países | Primaria | Secundaria | Superior |
Bajos ingresos | 21,3 | 15,7 | 11,2 |
Ingresos intermedios | 18,8 | 12,9 | 11,3 |
Altos ingresos | 13,4 | 10,3 | 9,5 |
Promedio mundial | 18,9 | 13,1 | 10,8 |
Fuente: Psacharopoulos y Patrinos (2004).
Los resultados muestran altas tasas de rendimiento, especialmente en países menos desarrollados y en niveles educativos básicos.
Otros estudios cuestionan estos resultados. Pritchett (1999) no encontró relación positiva entre crecimiento de la educación y crecimiento del producto por trabajador en países africanos. Benhabib y Spiegel (1994) no hallaron relación entre años de escolaridad y crecimiento del PIB per cápita. Klenow y Rodríguez-Clare (1997) muestran que el crecimiento del capital humano solo explica el 6% de las diferencias en las tasas de crecimiento. Romer (1995) señala que, si la teoría del capital humano fuera correcta, los salarios de trabajadores cualificados en países subdesarrollados deberían ser mucho mayores que en países desarrollados, lo cual no ocurre.
Esta evidencia, aunque incompleta, plantea interrogantes. Todos estos estudios se centran en el papel de la educación en la formación de capital humano y la productividad. Adoptan la «perspectiva técnica» de la enseñanza, que la ve como transmisora de conocimientos técnicos. Vale la pena explorar otro canal: la contribución de la educación al capital social.
El Capital Social: Concepto y Medición
El concepto de capital social ha ganado atención, especialmente tras trabajos de Robert Putnam. Sin embargo, presenta problemas, incluyendo su definición y medición. Algunos economistas han cuestionado si se puede hablar de capital (Fukuyama, 2003). Estas críticas parecen superadas al reconocerse que el capital social, como el capital físico, es duradero, flexible, fungible, se complementa con otras formas de capital y genera rentabilidad económica (Robison et al., 2003). Al igual que el capital físico, se compone de elementos diversos, dificultando su medición.
Existen numerosas definiciones de capital social: «solidaridad basada en relaciones» (Robison et al., 2003); «normas que promueven la cooperación» (Fukuyama, 2003); «expectativa de beneficios del trato preferencial» (SCIG, 2001); «relaciones e instituciones con reciprocidad, cooperación y confianza» (Durston, 2005).
Estas definiciones distinguen entre acepciones «culturalistas» (valores compartidos) y «sociologizantes» (relaciones sociales). El capital social tiene dos componentes: estructural (relaciones interpersonales) y cognitivo (valores compartidos). Las formas cognitivas son la esencia del capital social, y las estructurales su expresión (Uphoff, 2003). Según los valores y vínculos, el capital social adopta distintas formas (Robison et al., 2003):
- De unión: relaciones estrechas con compromisos intensos (ej. familia).
- De vinculación: relaciones horizontales, con compromisos de medio plazo (ej. compañeros de trabajo).
- De aproximación: relaciones asimétricas que sirven de puente (ej. profesor-alumno).
Esta multiplicidad de definiciones dificulta su medición.
Medir la contribución del capital social implica identificar y estimar el valor de sus servicios. Algunos autores (Pérez García et al., 2005) diferencian entre economías avanzadas y atrasadas:
- Economías desarrolladas: el capital social reduce los costes de transacción.
- Economías subdesarrolladas: el papel del capital social en la reducción de costes de transacción es más limitado.
Sin embargo, es más preciso afirmar que el capital social juega un rol más relevante en la cohesión social en economías subdesarrolladas, mientras que en economías avanzadas reduce costes de transacción. En economías atrasadas, el capital social (de unión) proporciona una red de protección, impidiendo que la pobreza se transforme en marginación. Sin embargo, necesita otras formas de capital (vinculación, aproximación, humano y físico) para superar la pobreza (Bebbington, 2005). El capital social de unión reduce la conflictividad e incrementa la rentabilidad de inversiones sociales. El capital social también tiene un aspecto negativo: la exclusión. Políticas que fomentan el capital social de vinculación y aproximación pueden afectar negativamente al de unión (Bebbington, 2005). Es necesaria una destrucción creativa del capital social (Fukuyama, 2003).
El Banco Mundial (2005) estima la riqueza de los países, incluyendo el «capital intangible». Se identifican seis variables para explicar este capital: voz, estabilidad política, eficiencia del gobierno, calidad reguladora, cumplimiento de la ley y control de la corrupción. Estos indicadores están correlacionados. El Banco Mundial utiliza el «cumplimiento de la ley» como representativo. Según Paldam y Svendsen (2005), la correlación entre capital social (medido por confianza) y cumplimiento de la ley es alta. Fukuyama (2003) afirma que fortalecer el imperio de la ley es crucial para crear capital social.
El Cuadro II muestra la variación en el capital total por un incremento unitario en escolarización y cumplimiento de la ley.
CUADRO II. Variación en el capital total (US $) como resultado de un incremento unitario en la variable explicativa
Productividad marginal de la escolarización | Productividad marginal del cumplimiento de la ley | |
Países de bajos ingresos | 838 | 111 |
Países de ingresos medio-bajos | 1.721 | 362 |
Países de ingresos medio-altos | 2.398 | 481 |
Países de altos ingresos (OCDE) | 16.430 | 2.973 |
Fuente: World Bank (2005).
El rendimiento de la educación es superior al del cumplimiento de la ley, pero la diferencia disminuye con la renta per cápita y el nivel educativo. ¿Es la educación un prerrequisito para el capital social?
La Contribución de la Educación a la Formación de Capital Social: ¿Qué Tipo de Educación?
La metodología tradicional para evaluar la contribución de la educación al desarrollo se centra en el capital humano y la productividad laboral. No ignora las externalidades positivas, pero no las mide. El capital social es crucial para el desarrollo.
Analizando los componentes del capital social, es evidente que la educación influye en su consolidación. Por ejemplo, la participación social en la gestión educativa se traduce en mayor control y menor absentismo docente (Banco Mundial, 2005).
La relación entre educación y capital social tiene implicaciones para el tipo de educación que promueve el desarrollo. Desde una perspectiva institucional y curricular:
- La inserción en el sistema educativo puede tener efectos positivos o negativos en el capital social, impactando en su forma estructural. La educación puede segmentar socialmente (Ocampo, 2003). La educación pública integrada puede crear capital social de vinculación y aproximación (Robison et al., 2003). Para inmigrantes, puede ser una vía importante de adquisición de capital social.
- Más que una educación en habilidades, enfocada en el mercado laboral, es importante invertir en educación en valores, formando ciudadanos. Se refuerza la forma cognitiva del capital social, adquiriendo valores de ciudadanía. Esto reduce costes de transacción y potencia la rentabilidad de las inversiones públicas. Esta formación integral complementa la formación laboral.
Esta propuesta se relaciona con la justicia curricular, buscando mayor igualdad social. La educación contribuye al desarrollo a través del capital social (vinculación y aproximación), extendiendo redes sociales y consolidando valores de ciudadanía. Se adopta la perspectiva de la práctica para la reconstrucción social (Pérez Gómez, 1992), donde la enseñanza es una práctica ética. El aula se sitúa en un contexto social con significados y normas compartidos (Darling-Hammond, 2001), dentro de un aprendizaje social (Klafki, 1996). La educación para la ciudadanía es responsabilidad de toda la sociedad (Gimeno Sacristán, 2002).
Conclusiones
La educación es crucial para el desarrollo. Tradicionalmente, se ha medido su contribución a través del capital humano y la productividad laboral. La evidencia, aunque mayoritariamente positiva, presenta lagunas.
Existe un segundo canal: la contribución al capital social (vinculación y aproximación). La educación no solo proporciona habilidades, sino que crea redes sociales y consolida valores de ciudadanía. Esto implica enfocarse en contenidos y formas institucionales. Se trata de formar ciudadanos con espíritu crítico y valores compartidos. Para concretar este modelo, es necesario trabajar en acceso a la educación, relaciones interpersonales y prácticas educativas.
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