El Álbum Ilustrado: Concepto, Tipologías y Estrategias Didácticas para la Comprensión Lectora
Definición de Álbum Ilustrado
El álbum ilustrado es un tipo de texto propio de la Literatura Infantil que ha conseguido un enorme auge en los últimos años. Se trata de un libro donde la imagen es imprescindible para la comprensión del mensaje. Es un formato en el que la historia se cuenta combinando texto e imágenes de forma complementaria. Posee un marcado carácter literario y artístico, dado que la ilustración es fundamental hasta el punto de que, incluso, puede carecer de texto y utilizar solo imágenes para narrar una historia.
Tipos de Libros con Imágenes
Dentro del universo de los libros con imágenes, podemos identificar diversas categorías:
Libros sin Palabras
Dirigidos a niños que aún no saben leer, pero que empiezan a desarrollar un conocimiento acerca de la cultura impresa. Incluyen libros que se pueden utilizar durante el baño, otros para identificar objetos cotidianos o para aprender destrezas habituales. Son libros a medio camino entre la literatura y el juego. Una categoría específica dentro de este grupo son las historias sin palabras: libros que desarrollan una historia completa utilizando solo una sucesión de imágenes. Son particularmente útiles para el desarrollo del lenguaje y del esquema narrativo, ya que se ofrecen como un estímulo para que el niño narre la historia por sí mismo o en combinación con el adulto. En síntesis, los álbumes sin palabras carecen de texto y están formados únicamente por signos visuales. Si entendemos la lectura como una actividad de decodificación e interpretación de signos, los álbumes sin palabras también se leen.
Libros Interactivos (Pop-up o Libros Animados)
Presentan numerosas formas y mecanismos que invitan a la interacción:
- Hojas partidas horizontal o verticalmente, permitiendo así componer distintos personajes, paisajes o historias al combinarlas.
- Cambios en una misma imagen al hacer girar una parte integrada en un disco de papel o al superponer acetatos.
- Hojas desplegables.
- Creación de movimiento y de volumen al abrir el libro.
- Incorporación de estímulos dirigidos a sentidos distintos al de la vista (táctiles, sonoros, olfativos).
- Existencia de agujeros en las hojas que se superponen y asocian de distintas formas.
- Propuesta de diversas actividades lúdicas o educativas.
Cómic
Cuenta una historia recurriendo a la secuenciación en viñetas y basándose en las elipsis que el lector tiene que inferir para poder seguir el transcurso del relato. El máximo exponente de este nuevo lenguaje del cómic es el álbum ilustrado, un tipo de libro en el que texto e ilustraciones se complementan para componer un relato integral que, mediante la lectura visual, incita al lector a una interpretación narrativa más allá de las palabras.
Libros con Ilustraciones
Esta categoría general abarca cualquier libro que contenga imágenes, sin que estas sean necesariamente esenciales para la comprensión total del texto.
Diferencia entre Libro de Imágenes, Libro Ilustrado y Álbum Ilustrado
Partimos de que el álbum ilustrado es aquella obra en la que las imágenes tienen un papel fundamental, están secuenciadas y forman un conjunto comunicativo. Las diferencias esenciales con relación a otros formatos son:
- La diferencia con el libro de imágenes es que el álbum cuenta una historia, a diferencia del libro de imágenes que puede ser una colección de imágenes sin una narrativa lineal.
- La diferencia con el libro ilustrado es que, en este último, es el texto el que lleva el peso de la función narrativa y las imágenes solo apoyan o ilustran lo que el texto relata, del cual dependen. En cambio, el álbum ilustrado se concibe como una unidad, una totalidad, en la que todas sus partes se integran en una secuencia de relaciones de interdependencia, de modo que texto e imagen colaboran para alcanzar un determinado significado.
La Relación Imagen/Palabra en el Álbum Ilustrado
La interacción entre imagen y palabra en el álbum ilustrado produce una nueva estructura narrativa. En este formato, las ilustraciones van más allá de la mera representación: pueden corroborar, ampliar o incluso contradecir la información verbal. Esto implica que el autor debe comprender y aprovechar las potencialidades de cada medio de expresión, buscando el justo equilibrio entre lo que aporta el texto y lo que aporta la imagen. Por su parte, el lector debe construir la interpretación sobre la identificación de las interacciones entre ambos códigos. Las relaciones que encontramos entre imagen y texto son las siguientes:
- Representación: La imagen solo representa el texto, por lo que no resulta imprescindible para la comprensión de la lectura. Las imágenes enriquecen el significado literal, pero son independientes del texto y, por tanto, prescindibles.
- Sustitución: La imagen aporta la información en lugar del texto. El texto es reemplazado por la imagen.
- Contextualización: La imagen aporta el contexto, las circunstancias en las que se desarrolla la acción textualizada.
- Complementación: La imagen aporta información que complementa el texto, ampliándolo. Se produce una relación de complementación mutua.
- Contradicción: La imagen aporta información que contradice el texto. Se usa la imagen para refutar el significado del texto, lo que genera relaciones de contradicción que ayudan a construir el sentido de la lectura.
- Polifonía: Las imágenes desarrollan otra línea narrativa paralela o independiente, añadiendo capas de significado.
Propuestas Didácticas para Trabajar con el Álbum Ilustrado
A continuación, se presentan diversas propuestas didácticas para fomentar la interacción y comprensión del álbum ilustrado, con especial énfasis en las estrategias de comprensión lectora:
El Narrador Mudo
Consiste en cubrir el texto del libro antes de que sea leído, y observar o hacer observar con detenimiento las ilustraciones. Se trata de narrar la historia únicamente a partir de lo que se ve en las ilustraciones. Es importante realizar este ejercicio entre varios alumnos, si la edad lo permite; cada participante puede escribir su texto para luego compararlos. Si no lo escriben, simplemente se cuenta y se analiza cómo se sustenta cada una de las historias.
El Narrador Ciego
Ejercicio paralelo (o contrario) al anterior. Se trata de narrar el texto sin dejar ver las ilustraciones y permitir que el niño imagine o dibuje sus propias ilustraciones, para compararlas posteriormente. Es una manera de comprender que la visualización del ilustrador no es la única posible.
Secuenciación de Imágenes
Se propone fotocopiar las ilustraciones del libro y mezclarlas. Luego, observarlas y ponerlas en el orden que uno considere para que cuenten una historia. No es importante si ese orden es idéntico al del libro; lo fundamental es que el ordenamiento tenga coherencia, fijándose en los elementos narrativos de las ilustraciones.
Y la Historia Continúa…
Se propone a los lectores que la historia no termine donde acaba el libro y que ellos deben proponer el verdadero final (o alargarlo) con otra ilustración o un nuevo texto.
Herramienta para la Enseñanza de la Comprensión Lectora
Estudios han evidenciado que ya en Educación Infantil (EI), la lectura compartida de álbumes ilustrados tiene un efecto positivo sobre la comprensión inferencial y que los álbumes ilustrados más complejos proporcionan a los docentes de esta etapa más oportunidades para la mediación de inferencias que los álbumes ilustrados más simples. El docente debe intervenir como mediador, ayudando a los aprendices a observar, interpretar y deducir el mensaje del autor a partir de la conjunción de los elementos verbales y no verbales. Si al tiempo que lee en voz alta mientras muestra las imágenes, explica cómo pone en marcha estrategias para comprender las relaciones imagen-texto, facilitará el acceso al significado al lector inexperto, aunque todavía no sepa decodificar. La lectura del álbum ilustrado exige que el lector aprenda a manejar la sinergia que se crea entre los dos códigos, verbal y no verbal, que lo conforman. Aprender estrategias de comprensión lectora es aprender a:
- Movilizar los conocimientos previos.
- Formular hipótesis.
- Realizar inferencias.
- Autorregularse.
- Recapitular.
Por ejemplo: la elipsis entre una ilustración y la que le sigue implica un procedimiento de inferencia que debe realizar el receptor. Esas elipsis y las anticipaciones exigen la colaboración activa del lector en la construcción del significado. Es crucial mostrar cómo aplicar estas estrategias (con técnicas como el modelado y el andamiaje, fundamentalmente).