El papel del habla dirigida a los niños en la adquisición del lenguaje

Problema de Platón

Parte de la idea de que hay más información en la respuesta L que en el estímulo que dispara la respuesta. Desde los años 60, CH viene insistiendo en el argumento de la pobreza del estímulo. Su finalidad es demostrar que los niños se aproximan a la adquisición del lenguaje gracias a sus conocimientos innatos, si solo fuera gracias al entorno sería imposible. Sin una dote L innata. Decimos que los datos son pobres porque el niño consigue desarrollar un conocimiento muy complejo e intrincado, falto de correspondencias precisas con las señales que experimenta. El aprendizaje de una lengua debe consistir en algo más que la reproducción de lo que el niño ya encuentra elaborado a su alrededor. Además los datos al alcance del niño son pobres: input degenerado y habla dirigida a los niños (maternes: modalidad lingüística simplificada. Características: pronunciación cuidada, timbre elevado, entonación exagerada y declamación más lenta. Emisiones breves. Enunciados bien formados. Léxico simplificado. Tema de la enunciación se centra en las circunstancias aquí y ahora.) Los de CH dudan que el maternes sea una herramienta de apoyo gramatical para el niño. RAZONES: muestra características propias, ajenas al lenguaje adulto. El maternes es una costumbre ausente en algunas culturas y ello no incide en la forma de adquirir el habla de los niños. Los chomskianos llegan a la conclusión que el desarrollo de la lengua materna parece obedecer más a una suerte de la programación interna, de alguna manera escrita en la mente del niño que a la asimilación progresiva de las estructuras formales propias de la lengua, intercambiadas en el ambiente en el que el niño se desenvuelve. El estímulo externo es necesario para que el proceso tenga lugar pero no parece que condicione el curso, las fases y el ritmo que lo caracterizan.

Críticas al argumento

Investigaciones posteriores (años 70) defendidas por la corriente del interaccionismo social, han puesto de relieve que este tipo de habla podría facilitar e incluso ser necesaria para un desarrollo normal del lenguaje. Algunos le conceden valor educativo.

Habla dirigida a los niños (HDN)

Es clara, bien formada y sintáctica y semánticamente más simple que el habla entre adultos. No es tan degenerada como CH decía. La complejidad de ella no se mantiene inalterada. Va siendo modificada de forma gradual y cuidadosamente al nivel lingüístico del niño, especialmente en función del nivel de comprensión de este. Investigaciones posteriores debaten la supuesta influencia de HDN en la adquisición del lenguaje. Se trata de comprobar si el HDN tiene alguna función como un lenguaje ideal de enseñanza para los niños que están intentando dominar el lenguaje. Todos, incluso los innatistas, dicen que es necesaria la experiencia con el lenguaje para que esta se adquiera. El desacuerdo no se da en la necesidad de experiencia si no si es suficiente dicha experiencia para adquirir el lenguaje. En la medida en que se comprueba que el HDN tiene una función educativa o que es necesaria para la adquisición del lenguaje o al menos facilita la velocidad con que se produce dicha adquisición, resulta menos necesario atribuir al niño métodos innatos de organización y procesamiento del input lingüístico.

Período crítico

El desarrollo del lenguaje solo podrá tener lugar dentro de unos márgenes temporales precisos. El estudio de la biología animal (el canto del pinzón) ha revelado multitud de fenómenos de desarrollo biológico restringidos a un determinado período crítico. Según Leeneberg, los humanos disponemos de un estrecho período crítico, establecido por la naturaleza para la adquisición del lenguaje. Dicho período abarca desde la cuna hasta la adolescencia. Los niños empiezan a hablar hacia la edad de los 2 años y después de los 13 las habilidades lingüísticas dejan de desarrollarse. Entre los 2 y los 3 años aparece el lenguaje gracias a la interacción de la maduración y de un aprendizaje autoprogramado. En los 3 años y los primeros de la segunda década, continua siendo buena la disponibilidad de una adquisición primaria del lenguaje: el individuo es más sensible a los estímulos en esa época y conserva algo de la flexibilidad innata para la organización de las funciones cerebrales que han de llevar a cabo la complicada integración de subprocesos necesaria para la delicada elaboración del habla y del lenguaje. Después de la pubertad, declina la capacidad de autoorganización y de ajuste a las demandas fisiológicas de la conducta verbal. Aquellas habilidades lingüísticas que aún no han adquirido ya son deficientes para toda la vida.

Argumentos de defensa de Lennerberg

1. El caso de los individuos que adquieren tardíamente el lenguaje: hay 2 versiones una fuerte, que dice que no habría adquisición posible de algo remotamente lingüístico a través de la simple exposición post-pubertad al lenguaje; y una débil que dice que lo que no es posible es una adquisición normal del lenguaje, período ventajoso, privilegiado o sensible. Según Newport. Ninguno de los p. críticos muestra cambios madurativos repentinos (de poder aprender a no poder). Por el contrario, suele aparecer un momento idóneo para el aprendizaje. El aprendizaje lingüístico realizado fuera del período crítico no deja al individuo incapacitado, pero si disminuido en términos lingüísticos, pues lo que llega a desarrollar no es un lenguaje humano articulado con toda su riqueza formal. 2. El desarrollo de los niños con síndrome de down: siguen el mismo curso general que los normales pero a un ritmo más lento. Lenneberg considera que estos niños nunca van a conseguir alcanzar a los normales porque sus habilidades lingüísticas decaen notablemente en la pubertad. Presentan un techo preestablecido en su desarrollo que lo pueden alcanzar a cualquier edad, a veces antes de la adolescencia. 3. Niños que sufren daños cerebrales: Lennerberg sostenía que si un niño menos de dos años sufría una lesión irreversible en el HI el desarrollo del leng no se vería perturbado aunque sería controlado por el HD ya que el período crítico aún no habría comprendido. Cuanto mayor sea el niño, mayores serán las posibilidades de que una lesión en el HI origine alteraciones permanentes. Investigaciones recientes: plasticidad cerebral (los cerebros jóvenes tienen más posibilidades de recuperación. y los niños menores de 2 años con lesiones en el HI también experimentan graves problemas con el lenguaje. 4. Las dificultades al adquirir una segunda lengua: la mayor parte de los adultos jamás llega a dominar una lengua extranjera, sobretodo la fonología de ahí su acento extranjero. Pero hay muchos factores que influyen: edad, motivación, esfuerzo, el contacto con la LE, la voluntad de integración con la comunidad de HE, la calidad de la enseñanza, las aptitudes, la interferencia de la LI y el tiempo dedicado. 5. Período crítico que coincide con el periodo de laterización: según Lennerberg la laterización del cerebro ocurre entre los 2-14 años. Según investigaciones actuales la especialización del cerebro se produce mucho antes. Inicio: hay bebés de menos de 1 año que dan muestras de laterización. Fin: la laterización ya está consolidada a los 2 años-3 y el proceso está concluido antes de los 5.