Proceso de Socialización: Aprendizaje, Desarrollo y Adaptación al Entorno Social
La Socialización: Definición y Mecanismos
Definimos la socialización como el proceso por cuyo medio la persona humana aprende e interioriza, en el transcurso de su vida, los elementos socioculturales de su medio ambiente, los integra a la estructura de su personalidad, bajo la influencia de experiencias y de agentes sociales significativos, y se adapta así al entorno social en cuyo seno debe vivir.
Mecanismos de Socialización
Cuando se trata de explicar los mecanismos que regulan la socialización de la persona, debemos recurrir a los psicólogos de las diferentes escuelas. No pretendemos reconstruir aquí todo el proceso de desarrollo y estructuración de la personalidad. A la sociología le basta extraer de los estudios de los psicólogos aquello que afecta de un modo particular a la formación de lo que cabría denominar “la personalidad social” o, más exactamente, el desarrollo de la aptitud de la acción social y la adquisición de los requisitos necesarios para ella: normas, valores, símbolos… He aquí, sin duda, una distinción que no será necesariamente del agrado de todos los psicólogos. Estos nos dirán, no sin razón, que la personalidad es global y no se presta a semejante dicotomía. Pero debemos, por lo menos, mantener esa distinción analítica, siquiera en aras de la claridad expositiva.
-
Aprendizaje: Adquisición de hábitos, reflejos y actitudes que se inscriben en el organismo y en la psique de la persona y orientan su conducta.
- Repetición
- Imitación
- Castigo y recompensa
- Ensayo y error
-
Interiorización del otro:
- G.H. Mead: El “self” y el “otro generalizado”.
- Piaget: Las fases del desarrollo cognitivo: sensomotriz, preoperatoria (egocentrismo), operatoria concreta (autonomía moral), operatoria formal.
- Freud: El control de los impulsos libidinales (fase narcisista) y la interiorización del superyó en la formación del ego.
En el aprendizaje e interiorización de la cultura vemos la importancia del lenguaje y de las relaciones interpersonales (sociales), así como de la riqueza afectiva de estas. A la vez que aumenta nuestra capacidad simbólica, nuestra empatía se amplía a círculos sociales más amplios, menos primarios, adquiriendo con ellos un más complejo sentido de la alteridad y, por ello, de la identidad propia (Cooley).
Socialización Primaria y Secundaria
-
Socialización primaria:
- Primer aprendizaje cultural.
- Mundo social: primera identidad social.
- Vínculos afectivos.
- Contenido: habitus (esquemas prácticos de pensamiento y acción).
- Aprendizaje que se inscribe en modos o estilos de vida.
-
Socialización secundaria:
- Continuidad con la socialización primaria.
- Submundos sociales.
- No son necesarios vínculos afectivos.
La Imaginación Sociológica de C. Wright Mills
La imaginación sociológica describe una estructura mental, al hacer una sociología capaz de conectar experiencias individuales y relaciones sociales. Los tres componentes que la forman son:
- Historia: Cómo una sociedad se construye y cómo cambia. Cómo se «hace» la historia en ella.
- Biografía: La naturaleza de la «naturaleza humana» en una sociedad; qué tipo de personas habitan en una sociedad particular.
- Estructura social: Cómo los variados órdenes institucionales operan en una sociedad, cuáles son los dominantes, cómo se integran, cómo podrían estar cambiando, etc.
La imaginación sociológica otorga a quien la posea la habilidad de mirar a través de su entorno y personalidad para captar estructuras sociales y una relación entre la historia, la biografía y las estructuras sociales.
No es sólo información lo que los hombres necesitan. En esta Edad del Dato, la información domina con frecuencia su atención y rebasa su capacidad para asimilarla. No son sólo destrezas intelectuales lo que necesitan, aunque muchas veces la lucha para conseguirlas agota su limitada energía moral. Lo que necesitan, y lo que ellos sienten que necesitan, es una cualidad mental que les ayude a usar la información y a desarrollar la razón para conseguir recapitulaciones lúcidas de lo que ocurre en el mundo y de lo que quizás está ocurriendo dentro de ellos. Y lo que yo me dispongo a sostener es que lo que los periodistas y los sabios, los artistas y el público, los científicos y los editores esperan de lo que puede llamarse imaginación sociológica, es precisamente esa cualidad.
La Integración de los Tres Sistemas según G. Rocher
Los tres sistemas: sociedad, cultura, personalidad. Bajo la influencia, primero de Pitirim Sorokin, y sobre todo de Talcott Parsons, suelen distinguirse en sociología tres sistemas de acción complementarios y relacionados entre sí:
- El sistema social, entendido como la estructuración de los elementos de la acción social en un conjunto de partes independientes constitutivas de una forma funcional.
- La cultura puede también ser considerada como un sistema.
- La personalidad, que no debe confundirse con la persona individual, formada por la organización de los diversos componentes psíquicos del ser humano: rasgos temperamentales, aptitudes, actitudes, intereses, vestigios de experiencias anteriores… cuya ordenación compone una totalidad estructurada.
La Familia como Agente Socializador Primario
Vamos a comenzar dando unas pinceladas acerca del primer lugar social de conformación de identidades y de la naturaleza del proceso de transmisión cultural que en él se da. Nos referimos, obviamente, a la familia, lugar por excelencia de socialización primaria y, por ello, agente de un aprendizaje cultural sobre el que se asentarán los aprendizajes posteriores.
La distinción entre socialización primaria y secundaria se la debemos a los interaccionistas Berger y Luckmann (1972) y resulta muy reveladora a la hora de contextualizar el papel educativo de la escuela.
La socialización primaria consiste en un proceso de aprendizaje cultural que tiene lugar en unas condiciones que probablemente no se repitan jamás en la vida del individuo y que, en todo caso, ejercen una influencia muy favorecedora de la interiorización de los elementos culturales del contexto social. Por un lado, hemos de tener en cuenta que estamos hablando del primer contacto del sujeto, del niño, con ese “mundo social” que se le representa con una sensación de evidencia y naturalidad, en tanto no tiene con qué otra realidad compararlo, que quizá no vuelvan a caracterizar sus percepciones sobre la “realidad” en el futuro. Por otro lado, tengamos en cuenta que el niño se acerca a este mundo a través de los adultos de los que depende, principalmente de sus padres, con los que mantiene unos importantes vínculos afectivos que también predisponen muy positivamente al aprendizaje.
Todo ello no hace sino reforzar la consolidación de unas bases culturales que no pueden ser ignoradas por cualquier tipo de propuesta educativa desde la escuela, dado que el aprendizaje pilotado por esta ha de asentarse necesariamente sobre las bases de lo interiorizado previa y simultáneamente en la socialización familiar. Pensemos, además, en que el aprendizaje que tiene lugar en el seno de la familia tiene un carácter más práctico que el más formalizado de la escuela, en tanto que se inscribe en unas determinadas formas y estilos.
Definición de Socialización Primaria y Secundaria
La socialización primaria consiste en un proceso de aprendizaje cultural que tiene lugar en unas condiciones que probablemente no se repetirán jamás en la vida del individuo y que, en todo caso, ejercen una influencia muy favorecedora de la interiorización de los elementos culturales del contexto social.
La socialización secundaria sería una continuidad de la primera, es decir, el sujeto, que ya no es un niño, se relaciona con la sociedad de manera más madura y autónoma, sin necesidad de vínculos afectivos para poder pertenecer a un grupo social, y se abre un abanico de submundos sociales como los compañeros, la amistad, a los que cada uno puede pertenecer.